Orpheo Sincronic Sociedad Anónima. ¿Te suena? Quizá no, pero se trata del auténtico nombre de la mítica OSSA, una compañía que se hizo famosa por la fabricación de motocicletas, pero que en realidad comenzó su actividad como fabricante de proyectores de cine de 35 milímetros, actividad, por cierto, que mantuvo durante su época como fabricante de motos –también fabricó motores fueraborda–. Como todas las marcas de motos españolas, tuvo su era dorada entre los años 50 y 60, también durante los 70, aunque ya se notaba que las cosas no iban tan genialmente bien como antes.
La primera moto de OSSA fue la 125 A, la cual se fabricó entre 1949 y 1952, y entre sus características, además del típico propulsor “2T”, destacaba por una suspensión delantera de tipo telescópico y una suspensión trasera con tensores de goma. Detalles curiosos que permitieron que la marca evolucionara, creciera y se hiciera un nombre en el mundo del trial y del enduro, con máquinas como la OSSA 250 E enduro, aunque también hay algunas de las que poco se acuerda nadie, como la OSSITA 50.
Cuatro años después de comenzar su actividad como fabricante de motos, en OSSA deciden lanzar su primer ciclomotor. Los ciclomotores siempre tuvieron un gran tirón en España durante décadas y era un segmento especialmente complejo y competitivo. Aquel primer modelo era la OSSA Motopedal 50, que venía a ser casi un calco de la Express Radex alemana. Sin embargo, el mercado del ciclomotor estalló de verdad en la década de los 60 y la Motopedal 50 se quedó rápidamente desfasada, así que se pusieron manos a la obra para desarrollar un nuevo ciclomotor.
Lo primero que se buscó fue hacerse con motores Sachs, pero todo se puso en contra –precios, cupos, aranceles… – y hubo que buscar en casa, en España. La solución vino desde Ducati Mototrans, que contaba en su catálogo con algunos ciclomotores –que nunca fabricó la Ducati italiana– y que serviría para dar vida a la OSSITA 50. Un pequeño monocilíndrico de 47,63 centímetros cúbicos “ dos tiempos”, con una relación de compresión de 8 a1 y un carburador de 12 milímetros, que rendía 2 CV a 5.800 revoluciones y contaba con una caja de cambios de tres machas.
Según datos oficiales de la época, tenía un consumo de 1,75 litros cada 100 kilómetros y con un ridículo peso de 48 kilos, podía alcanzar los 40 km/h. Los frenos eran de tambor, las suspensiones constaban de horquilla telescópica y un basculante sobre silentblocks con amortiguadores.
Extremadamente sencilla y extremadamente pequeña, la OSSITA 50 llegó tarde al mercado, los rivales habían evolucionado mucho y la pequeña OSSITA se quedó un poco atrás, aunque se vendieron 6.000 unidades entre 1968 y 1973.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS