Cada fabricante, sin importar la categoría o el tipo de vehículo, tiene un modelo icónico. Por ejemplo, Honda, en sus modelos de producción para vías públicas, la CBR será una motocicleta mítica, al igual que las Honda CR500 serán las bestias del motocross. Si miramos en Yamaha, la R1 es un pilar en la historia moderna de la firma japonesa, mientras que en el segmento de las motos todoterreno, no podemos dejar pasar por alto la Yamaha YZ465.
De hecho, la Yamaha YZ465 es un modelo emblemático en el mundo del motocross, pues se la considera la 500 “dos tiempos” y durante el tiempo que estuvo a la venta, también se la consideró la mejor moto de su categoría. No en balde, se hablaba de 50 CV al cigüeñal para un peso, como suele ser normal en estos casos, que rondaba los 100 kilos. Hasta ese momento, los motores “de agujeros” para motocross no habían llegado a tener tanto desplazamiento, pero la llegada de los japoneses cambió muchas cosas, tanto en el mundo de la moto todoterreno como en la industria general.
A finales de los 70, con una moribunda industria española –referencia durante muchos años en eso de fabricar motos todoterreno–, los japoneses empezaron a dominar aquellas categorías donde se dejaban ver, y no importaba cuál fuera, no tardaban mucho en colocarse al más alto nivel. En el caso del motocross, empezaron a “molestar” a los tradicionales líderes desde finales de los 70, mientras que dominaban en categorías como la “Open”, donde los motores podían tener bastante tamaño. Es ahí donde triunfó la Yamaha YZ465.
La categoría Open estaba liderada, en aquellos años, por la Honda CR450 Elsinore, aunque Suzuki intentaba hostigarla con la RM400 y Husqvarna con la 390, por poner unos ejemplos. Un grupito de gallitos de corral, que vieron como en 1980 aparecía una nueva rival, que, además, llegaba muy dotada, tanto de chasis como de suspensiones y frenos. En cuanto al motor, su 50 CV al cigüeñal se convertían en 42 CV a la rueda, una auténtica bestia en aquellos años que, por si fuera poco, contaba con una caja de cambios con cinco relaciones. El caso es que todos sus rivales reaccionaron y comenzaron a poner sobre las pistas máquinas igual de salvajes, así que Yamaha tuvo que evolucionar su montura para poder hacerles frente.
Solo estuvo dos años en producción, en 1980 y en 1981, y ver una de estas por España era básicamente imposible. O quizá no tanto como imposible, pero sí improbable. Eran motos que se fueron, en su mayoría, a Estados Unidos, su principal mercado. En España, los amantes del todoterreno sobre dos ruedas se tuvieron que conformar con algo menos potente.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS