A grandes trazos, el Campeonato de España de Trial ha sido una sucesión de distintas hegemonías. Así las cosas, una de ellas es la interpretada por Jordi Tarrés y sus Beta, ganando de forma consecutiva todas las temporadas desde 1986 hasta 1992. Asimismo, lo hizo durante dos años más a lomos de motocicletas Gas Gas. No obstante, todo tiene un comienzo y el de aquella racha de victorias se dio sobre la Beta TR33. Uno de los primeros grandes diseños de Trial producidos por la marca italiana. De hecho, el único anterior realmente reseñable fue, precisamente, el antecesor de éste: la TR32 de 1985. Con todo ello, lo mejor será ir por partes de cara a entender la forma y manera en la que Tarrés comenzó su dominio en el Campeonato de España de Trial.
En primer lugar, hemos de entender cómo llegó el Trial a la Península Ibérica hacia 1961. Es más, muchos sitúan el inicio del fenómeno en la celebración del I Trial de Viladrau justo ese mismo año. Un evento que abrió los ojos a no pocos pilotos de Motocross. Entre ellos Pedro Pi. Profesionalmente ligado a Montesa y que, poco a poco, fue adquiriendo una mayor destreza en la práctica de esta especialidad nacida en el Reino Unido gracias a inscribirse en distintos trofeos y cursos de índole internacional. Todo ello para provecho de Montesa, la cual aplicó las lecciones aprendidas en sus diseños de serie. Los cuales, poco a poco, marcaron la transición de las marcas catalanas desde el asfalto hacia el Off-Road.
De hecho, aquel tránsito tuvo una protagonista de excepción gracias a la Bultaco Sherpa T. Desarrollada por Samy Miller sin salirse de los tradicionales motores de dos tiempos producidos en Barcelona, aunque al mismo tiempo logrando poner en jaque a las pesadas y anticuadas cuatro tiempos británicas que, hasta la llegada de aquella Bultaco, dominaron en las pruebas de Trial por toda Europa. A partir de aquí, esta especialidad al fin contó con su propio campeonato nacional en España, ganando la primera edición – 1968 – el legendario Pedro Pi para, posteriormente, venir el dominio de Ignacio Bultó, Manuel Soler y Toni Gorgot a excepción de las victorias puntuales de Fernando Muñoz y Lluís Gallach. Hitos que, durante dos décadas, hicieron cada vez más popular a esta modalidad de motociclismo en el ámbito ibérico.
Aunque los inicios del Trial en España no fueron fáciles ni especialmente populares, lo cierto es que poco a poco esta especialidad ha logrado una gran difusión especialmente en Cataluña
Beta TR33, llega la época de Jordi Tarrés
En 1986 Jordi Tarrés tan sólo contaba con 20 años y, aún así, lograba ser cuarto en el Campeonato del Mundo de Trial y campeón de España ese mismo año. La antesala perfecta para su dominio de la escena española durante el resto de la década, conquistando además el título mundial en 1987 así como desde 1989 hasta 1995. Un palmarés que, sin duda, alza a este deportista a la máxima escala de las competiciones a motor.
No obstante, ningún piloto llega a la victoria sin una montura de calidad. Razón por la cual la otra parte del binomio está ocupada por la marca italiana Beta. Un caso sin duda curioso ya que, aunque sus inicios se pueden rastrear a comienzos del siglo XX, ésta no fabricó motocicletas hasta 1948 – caracterizándose por las mecánicas de dos tiempos – e, incluso, no tuvo una gama específica para Trial hasta la llegada de la TR240 en 1983. ¡Sólo tres años antes de su victoria en el Campeonato de España!
Respecto a su diseño, en él se intentó primar la ligereza al tiempo que se logró una montura visualmente muy atractiva gracias a su cuadro de metal a la vista pintado en negro. Además, se lanzó con mecánicas de 125 y 240 centímetros cúbicos. Así las cosas, sin duda era una opción interesante frente a las Montesa Cota 335, Yamaha TY 250 u Honda RTL 270 del momento.
Curiosamente, esta marca acababa de empezar a fabricar modelos de Trial tan sólo tres años antes. Y vaya, aunque contaba con experiencia en el Off-Road no hay duda sobre lo rápido y bien que lograron progresar hasta la cima
Tras él, llegó toda la continuación de la saga TR hasta ser sustituida en 1990 por la Zero, ésta vez ya con un chasis más sofisticado en aleación de aluminio así como un sistema de refrigeración por agua en vez de por aire. No obstante, para el Trial de los años ochenta la Beta TR33 sigue siendo una de las monturas mas icónicas. Capaz de inaugurar la racha de victorias que hizo de Jordi Tarrés una de las figuras esenciales para el motociclismo Off-Road en la Península Ibérica.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Genial el articulo,pero creo que Jordi ganó su primer mundial en una TR34 de 1986,que fue el primer año de ese modelo. Muy buscado el de ese año en concreto por cierto.
Hola Jeffrie. Antes de nada, ¡gracias por leernos! La verdad es que después, revisando datos, a mí me asaltó la misma duda sobre el modelo. Porque ciertas fechas están muy cercanas entre sí, siendo posible que fuera la que comentas. He hecho una consulta a una de esas fuentes a las que poder llamar ” autoridad en la materia ” a fin de que nos perfilen ese dato. Con lo que salga te comento aquí en los comentarios. ¡Saludos!