La tecnología eléctrica tiene mucho que evolucionar y además, en muy poco tiempo. Europa ya ha ratificado la prohibición de vender nuevos vehículos con motores que funcionen con gasolina o con diésel, lo que provocará que estos combustibles dejen de fabricarse y vayan subiendo de precio, al tiempo que obliga a todos los usuarios a comprar, sí o sí, un vehículo con otro tipo de tecnología. Todavía existe una puerta entreabierta, una revisión de la normativa y de la situación del mercado, que en 2026 se cerrará por completo o bien, se abrirá de par en par, todo depende de como hayan evolucionado las cosas.

Europa ha confirmado su decisión de impedir la comercialización de vehículos con motores gasolina y diésel a partir de 2035, pero hay que dejar claro que se trata de vehículos con más de dos ruedas, concretamente, automóviles –tanto turismos como furgonetas–, la prohibición no afecta a las motocicletas, que podrán seguir con sus motores de combustión a gasolina a partir de 2035. Además, la prohibición es exclusiva para Europa, así que en el resto de países también se venderán vehículos con motor de combustión.

Sin embargo, aunque no afecte a la moto ni a otros países, la prohibición influirá en todos los sectores y en todos los mercados, ya que poco a poco, como hemos dicho, los combustibles fósiles subirán de precio e incluso llegará un momento que se dejen de producir, aunque eso sea dentro de 20 o 30 años, por poner un ejemplo. Eso, a su vez, influirá en el desarrollo de nuevas motos, para las cuales, la electricidad no es la mejor tecnología. Si hablamos de motocicletas para uso urbano, como ya hemos comentado en alguna ocasión anterior, las limitaciones de la electricidad son admisibles, pero para el resto de opciones, no lo es.

¿Cuál serie, pues la mejor opción para el futuro de la moto? La aceptación de los combustibles sintéticos, sin duda, parece la más acertada, ya que no habría que cambiar nada, todo seguiría igual, pero en lugar de gasolina, se quemaría combustible sintético –que no sabemos como se llamará, pero que todo el mundo acabará por denominar como “gasolina”–, pero también hay otras posibles opciones, como la que estudian en el MIT –Massachusetts Institute of Technology, Instituto de la Tecnología de Massachusetts–. Allí trabajan con tecnología eléctrica desde hace más de una década y están plenamente convencidos de que la electricidad no es adecuada para una motocicleta. Concretamente, argumentan que las baterías actuales tienen importantes problemas cuando se quieren implementar en vehículos pequeños: tamaño y peso.

Todos hemos visto como el peso medio de los vehículos se ha disparado desde la llegada de la tecnología eléctrica, sean en forma de hibridación o total. Las baterías y todos sus sistemas periféricos pesan mucho y por el momento, los esfuerzos en reducir la masa no son suficientes. Además, para lograr unas autonomías aceptables, con los desarrollos actuales, se necesitan baterías de gran tamaño, que a su vez son muy pesadas. Dos cosas incompatibles con una motocicleta.

Según los estudios del MIT, en colaboración con DMI –Doosan Mobility Innovation–, la actual tecnología de motores eléctricos son un problema con muy difícil solución. Por ello, han comenzado con el desarrollo de un nuevo sistema de propulsión basado en pila de combustible, es decir, en hidrógeno. Sí, la pila de combustible emplea baterías, pero son más pequeñas y, por tanto, más ligeras. Su falta de capacidad se suple con la obtención de energía mediante el hidrógeno. Así lo anunciaron el pasado día 29 de marzo, cuyo comunicado también hacía referencia al empleo del llamado “hidrógeno verde”, un hidrógeno obtenido de forma sostenible.

El sistema propuesto por el MIT es sencillo. Incorpora una pila de combustible DM15 –fabricada por DMI– que puede entregar hasta 1,5 kW de potencia, al tiempo que los estudiantes del MIT se encargarán de la integración en la motocicleta. “El módulo DM15 es realmente pequeño y liviano, lo que lo hace ideal para la integración en un vehículo como una motocicleta. Esperamos trabajar con DMI y su tecnología de celdas de combustible para ampliar los límites de los vehículos eléctricos al funcionar con hidrógeno como una fuente de combustible alternativa. Cuanta más gente tengamos trabajando en esto, más rápido se convertirá en una realidad y más rápido podremos construir un planeta más verde”, afirmó Aditya Mehrotra, director del proyecto.

Hay marcas, como Kawasaki, que trabajan en el desarrollo de motos con grupo motor híbrido y otras, como BMW, que ya tienen en catálogo modelos eléctricos –los alemanes, por ahora, solo scooter, aunque los rumores apuntan a una naked–. Kawasaki también tienen en proyecto una moto con propulsión a base de hidrógeno, aunque por el momento parece ser la único, a falta de ver si el MIT desarrolla algo interesante –aunque la tecnología de DMI no será libre, todo sea dicho–.

– Las imágenes que ilustran el artículo no tiene relación alguna con el desarrollo del MIT. La primera es la Urbet Lora, la segunda se denomina Expannia y la tercera es la Damon Supersport, todas ellas motos eléctricas en proyecto o ya en construcción.