Es una de las motos que vienen a conquistar el mercado y lo hace con una versatilidad que es envidiable. La Beta RX 300 es una moto de enduro que parece que se ha reforzado por completo sin perder esa esencia que le hace tan especial. Lo hace con una nueva adaptación a esas solicitudes de los usuarios, que necesitaban que fuese más especial y rotunda.
Pensada para la competición, parece que este modelo de 9.600 euros es lo bastante completa para que todos puedan disfrutar de esta moto que parece que no tiene límites. Eso sí, no está pensada para esos usuarios que quieren iniciarse, puesto que no es dócil ni fácil de llevar si no tienes la suficiente experiencia sobre dos ruedas con motors dos tiempos “gordos”.
La sencillez de antaño en formato motor
La Beta RX 300 es una de esas motos que van a lo seguro, sin muchos replanteamientos y con la firmeza de los que saben que se tiene que hacer para seguir triunfando. Lo hace con motor monocilindrico de dos tiempos, el cual está refrigerado por líquido y homologa una cilindrada de 293,1 cc, algo que no está nada mal para una moto de sus características. Los 300 centímetros cúbicos se quedaron como el límite, digamos, lógico, para un monocilíndrico de dos tiempos, después de haber experimentado con aquellos locos motores de 500 centímetros cúbicos.
Sus números son un tanto ambiguos, si se tiene en consideración que la marca no suele indicar con rotundidad sus valores. Esto se refleja con una potencia máxima que se sitúa entre los 50 y los 52 CV a 8.000 rpm, mientras que su par motor es de 45 Nm a 6.000 rpm, unos valores muy óptimos para una moto de sus peculiaridades, que si se compara con la KTM 300 EXC TPI, que anuncia 49 CV y 43 Nm, pero con una entrega menos explosiva y más lineal.

Una de sus principales novedades se encuentra en su válvula de escape, que implementa un sistema de válvula gestión electrónica, que varía la apertura según las revoluciones en cada momento y mejorar así la entrega de potencia. Esto se combina con una caja de cambios de seis marchas, que permite que sea todo mucho más completo que en el pasado.
Un chasis reforzado
En la firma italiana han querido que este modelo, que está diseñado específicamente para el mundo de motocross, esté ahora rediseñado. Para ello, viene con cromo-molibdeno que permite que la rigidez de este modelo sea mayor y así facilitar el giro. Al mismo tiempo, se ha conseguido aligerar el peso del mismo, algo que los usuarios de esta MX van a agradecer.
Pensado para cualquier tipo de superficie, se han reforzado algunas zonas específicas del basculante, potenciando la tracción del mismo. Eso sí, su altura del asiento se sitúa en unos 940 mm, algo habitual si se tiene en consideración de que se trata de una moto de competición para enduro, trabajando notoriamente en su estabilidad.
Si nos fijamos en sus componentes, tiene una horquilla delantera KYB AOS de 48 mm, que es ajustable en comprensión, precarga y extensión, mientras que el amortiguador trasero sigue siendo KYB con un sistema de bieletas, el cual también es regulable igual que la horquilla. Con todo esto, se consigue una mayor precisión, potenciando la resistencia de la moto ante golpes, caídas y el uso intensivo de la mx.
Alejandro Delgado
COMENTARIOS