Este fin de semana hemos vivido la carrera más estable de la temporada, y al mismo tiempo, la más revolucionaria a nivel estratégico. Lo que prometía ser uno de los Grandes Premios más peleados, finalmente fue una prueba de desgaste mental. El Gran Premio de Italia fue testigo del día de la República Italiana de Ducati y no es para menos.
Lo único claro es que Ducati, por si alguien tenía dudas, es la clara dominadora de la temporada. Los de Borgo Panigale están un paso por delante del resto de marcas y ahora en casa la Nuvola Rossa se ha convertido en una Nuvola Azzurra y no por lluvia precisamente. Los italianos están un paso por delante del resto y en un fin de semana donde todo podía pasar, finalmente se ha convertido en una guerra de trincheras entre pilotos, de esas que pasan factura y solo los grandes guerreros pueden hacer historia.
En esta lucha sin límites hay una cosa clara y es que los únicos ganadores son los italianos. Pecco Bagnaia llevó al límite a sus rivales, especialmente a esos que estaban valorando todas las opciones posibles donde su futuro estaba más en el aire que otra cosa. Y en esa épica batalla, Marc Márquez fue el que demostró ser el único capacitado para compartir moto en el equipo oficial de cara al 2025 con el bicampeón del mundo.
Eso fue lo que hizo que en Ducati decidiesen mover ficha. La fortaleza mental del de Cervera en una carrera de desgaste hizo que estuviese en un primer plano. En ese sentido, y ante la atenta mirada de un Jorge Martín que estaba cometiendo errores de novato al dejar la puerta abierta en el último momento, y es que esa presión que estaba recibiendo externamente respecto a su futuro le pasaba factura finalmente.
Acosta, el único superviviente
Por oto lado, Pedro Acosta es la clara referencia de KTM de cara a su futuro más próximo en la categoría reina. El murciano sigue mostrando su mejor versión sobre una RC-16 ; es el único capaz de pilotarla desde el primer minuto. En un momento donde el límite de la moto está muy marcado, el campeón del mundo de Moto2 ha puesto un plus adicional a una moto que no va a más.
El buen rendimiento de Acosta ha hecho que en KTM no tarden mucho en actuar con la intención de que el español se centre en disfrutar encima de la moto al máximo. En ese sentido, y de la mano de un contrato multianual con Pierer Mobility ha conseguido estar en un primer plano hasta el final. Sin mucha preocupación por lo que pueda pasar, el #31 ha confirmado que la nueva generación de la categoría reina ha comenzado de su mano, ya sea hablando en la pista como fuera de la misma.
El síndrome compartimental vuelve
En un fin de semana donde Aprilia y Ducati estaban compitiendo en casa, toda la atención estaba puesta en lo que sucedía en la pista. En ese sentido, han sido varios los pilotos los que se han quejado de la dureza y exigencias que tienen sus motos, lo cual les ha hecho que tengan que replantearse la opción de pasar por quirófano en los próximos días, como es el caso de Raúl Fernández, que ha apuntado que la RS-GP es una moto con un downforce tan extremo, que tiene que hacer un esfuerzo más elevado para controlar la moto, lo que ha hecho que el síndrome compartimental vuelva a aparecer.
Este no es el único piloto que se ha quejado de esto. Tanto es así que los dos pilotos de Yamaha se han quejado de lo extrema que es su M1, lo que ha hecho que las molestias en sus antebrazos volviesen a aparecer. Eso sí, los japoneses parecen que están levantando la cabeza poco a poco, y no es para menos. Han sido capaces de reconsiderar su mentalidad nipona y están europeizándose poco a poco, de la mano de Dallara y otros fichajes de Ducati, han conseguido estar en un primer plano de nuevo.
Honda en búsqueda del sentido común
Los japoneses de Honda están más perdidos que nunca y sus pilotos están tan saturados que ya no saben ni que decir. Los problemas de la RC213 son más que evidentes y el malestar de sus pilotos no lo pueden evitar. La moto no funciona y es algo más que claro. Están haciendo su propia liga, esa moto que todos tener, ahora nadie quiere ni verla. Es más, están deseando que acaben sus contratos para irse a donde sea sin remordimientos. Y es algo lógico, no traen mejoras y es una de las motos más físicas que hay ahora mismo en la pista. Los pilotos no quieren arriesgar encima de la moto por un simple motivo: miedo a caerse.
Alejandro Delgado
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