La localidad barcelonesa de Tona fue una vez más el escenario elegido para la celebración de la Montesada, una concentración dedicada a la mítica firma española Montesa. Este año se ha llevado a cabo su 19 edición, que tuvo como protagonista especial la nueva Montesa Cota 301RR, el modelo más racing de la marca, que fue presentado en el evento en primicia.
Un evento que la marca aprovechó para la celebración de los 70 títulos mundiales de la marca y los 26 de Toni Bou, el piloto más laureado de la historia del motociclismo. También asistieron a la Montesada 2019 los pilotos del equipo oficial Repsol Honda Team, Toni Bou, y Takahisa Fujinami (tercer clasificado en el Mundial de TrialGP); el campeón del mundo de Trial2 esta temporada, Gabriel Marcelli; el campeón del mundo de Trial2 en 2018 y segundo clasificado en 2019, Matteo Grattarola; y todos los componentes de la Montesa Talent School.
Además, todos los asistentes tuvieron la ocasión de practicar trial junto a sus ídolos y deleitaron a los asistentes con diversas demostraciones. Mientras tanto, lo más pequeños tuvieron su zona especialmente diseñada, con un circuito infantil con motos eléctricas y los más fanáticos de la marca, pudieron disfrutar de una exposición de motos históricas con la organización de una Impalada, una excursión que se realiza anualmente por propietarios de varios modelos de Montesa Impala.
La Montesada 2019 se celebró el pasado día 13 de octubre, siendo ya 19 años seguidos. La organizan el Club Montesa y el Moto Club Tona, con la ayuda de la propia marca que se encarga de la infraestructura y el material para los organizadores, además, claro está, de llevar al equipo oficial de trial.
El centro neurálgico del evento son los jardines del Balneario de Codina, alrededor de los cuales se monta un área de exposición, un pequeño circuito de motocross y unas zonas de trial. Cada año acuden más de 2.000 asistentes y cuenta con más de 300 inscritos en las diferentes pruebas programadas, algunos de ellos desde otros países.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS