La Impala fue un exitoso modelo de la extinta firma catalana Montesa que se llegó a fabricar en numerosas versiones durante dos etapas: de 1962 a 1972 y de 1982 a 1989. A pesar de las diferencias entre modelos, todas las Impala compartían las mismas características generales. El propulsor siempre fue un monocilíndrico refrigerado por aire de dos tiempos encajado en un bastidor de cuna simple, con amortiguadores de horquilla convencional delante y telescópicos detrás, y frenos de tambor en ambos ejes.
La historia de la Montesa Impala comienza en 1958, cuando su creador, Leopoldo Milán, fue promovido al puesto de director del departamento técnico de la marca. El objetivo era crear una moto de diseño innovador y motor de dos tiempos de 175 cm3 que fuese fiable, cómoda y robusta. Todo en la Impala fue creado desde cero, desde la carrocería, hasta el bastidor, la caja de cambios y el propulsor. En el caso del escape, fue diseñado por el fabricante alemán de lanchas de alta velocidad Goerges, el cual colabora con la empresa en la época.
La idea inicial era crear una moto que tenía que gastar poca gasolina, pero superar los 100 km/h
Para finales de 1961, con la Impala aún en proceso de diseño, Oriol Regàs (promotor cultural, aventurero y empresario catalán) decidió que sería una buena idea organizar una travesía por el continente africano a modo de reclamo publicitario para demostrar la calidad de la moto. La iniciativa fue bautizada como “Operación Montesa Impala” y contó como protagonista con tres unidades del último prototipo de la casa antes de su lanzamiento. El motor de 175 cm3 erogaba 10,5 CV y lograba una velocidad punta de 110 km/h.
Los sesenta en África no eran como en la actualidad. Apenas existía una infraestructura en condiciones y el peligro era realmente elevado con animales salvajes pululando, grupos de personas que no buscaban hacer amigos, guerras y enfermedades acechando en cada rincón del continente. Sin embargo, cinco aventureros (Oriol Regàs, Juan Elizalde, Rafa Marsans, Enrique Vernis y el escritor Manuel Maristany) se lanzaron al viaje con el apoyo de Montesa y la marca de lubricantes Wynn’s.
Con tan solo un Land Rover (lo que después conocimos como Defender) como vehículo de apoyo, en 100 días (15/01/1962 – 16/04/1962) los cinco viajeros recorrieron los 20.000 kilómetros que separan Ciudad del Cabo y Túnez, pasando por Johannesburgo, las Cataratas Victoria, Nairobi, el Lago Victoria, el Desierto de Nubia y las Pirámides de Giza. Lluvia, barro, piedras, agua, tormentas de arena… nada pudo impedir que las tres Montesa cumplieran su objetivo. Habían logrado un hito y con él una nueva moto: la Montesa Impala.
Durante la década de los sesenta, la Montesa Impala vivió su época dorada; se vendieron 11.000 unidades durante su primer año de comercialización. Como puntos fuertes, destacaban su gran fiabilidad técnica, un gran manejo por la urbe gracias a su ligereza y bajo consumo, y un diseño sencillo, bonito y funcional. De hecho, cuando fue lanzada al mercado, este último factor le sirvió a la Impala para hacerse con el premio Delta de Oro de diseño industrial, otorgado por el ADI-FAD (Fomento de las Artes y del Diseño).
Puede parecer un modelo vetusto y anticuado, pero es una moto que se ha convertido en objeto de culto cuyos precios solo tienden al alza desde hace unos años. Se estima que, actualmente, tan solo quedan unas 2.500 unidades en circulación, o menos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Me encantaba ese modelo, mi viejo de hecho tuvo dos: la Turismo y la Sport. Por cierto, comentaba que lo de la “durabilidad” ya tal… era bastante sencillo griparla por lo visto (los materiales de la época eran de aquella manera…) Por cierto, estaría bien que hiciérais especiales de más motos de fabricación española poco conocidas por estos lares, por ejemplo: – LUBE-NSU Max 250 (la tuvo mi abuelo) – Bultaco Metralla MK2 250 (la última de mi viejo) – Derbi Scoot 74 (creo que fue el primer scooter nacional automático como tal mayor que un ciclomotor, tenía carrocería de… Leer más »
Hay muchísimas motos de las que hablar, a cada una le llegará su momento, dalo por hecho.
Un abrazo.
Hola…, se llamó “Operación Impala” no “Operación Montesa” y el Land Rover … ¿un Defender a principios de los ’60? Por favor… a ver si nos documentamos.
Fallitos corregidos