La pasión de Honda por las motos pequeñas y de diseño original y diferente viene de lejos. Hoy vamos a ver este ciclomotor tan especial, que podría asemejarse a lo que son las fat bikes, esas bicicletas con ruedas muy anchas y aspecto imponente. Se trata del Honda Zoomer, un scooter de lo más original.
Este ciclomotor de aspecto desafiante, fue introducido en Japón en 2001, en 2003 en Estados Unidos -allí se llamaba Ruckus- y debido a su éxito comercial, también llegó a Europa en 2005, aunque con un motor revisado, con cuatro válvulas e inyección electrónica. Ha sido tal su éxito, que a día de hoy se continua vendiendo -no en nuestro país-, con mínimos cambios en su diseño.
El motor de este ciclomotor es un monocilíndrico de 49 cm3 refrigerado por líquido de cuatro tiempos, basado en el motor GET2. Emplea un pequeño radiador en el lateral del motor y prescinde del motor de arranque, revirtiendo el funcionamiento del alternador para arrancar la moto. En los primeros años hubo algunos problemas con su motor, así que en 2006 se revisó para solucionarlo y que fuese mucho más fiable. También, aprovechando la revisión, se elevó el régimen máximo de funcionamiento de 8.000 rpm a 8.850, haciendo que la velocidad máxima de 59 km/h pasase a 66 km/h.
Tal es la aceptación que tiene esta pequeña moto, que un tal Mike allá por 2015, se marcó un “Forrest Gump”: se lió la manta a la cabeza, dejó su trabajo y se dedicó a recorrer norteamérica encima de su Honda Ruckus. Comenzó su recorrido en la costa este de Estados Unidos, y se cruzó el país camino de Alaska. Pero esto no fue suficiente y continuó su camino. En aquel entonces, llevaba recorridos ya 47.000 km a bordo de su scooter, donde lleva todo lo necesario para acampar. Sin duda, una historia digna de recordar.
Desde 2006, los cambios en las siguientes generaciones se limitaron a la estética, cambiando colores en el bastidor y los intermitentes, e incorporando la inyección electrónica en el resto de mercados. La esencia original del Zoomer permanece intacta, con su característico doble faro frontal, y ese aspecto de buggy de dos ruedas.
En cuanto a chasis, tiene la típica doble horquilla delantera con basculante trasero y monoamortiguador, con frenos de tambor en ambos ejes. Su peso de 88 kg hace que sea una moto sencilla de llevar, y el consumo de su motor, con 2,6 l/100 km, hace que sea barata de mantener.
Este scooter tiene varias ventajas fundamentales: no es excesivamente caro -unos 2.600 euros-, es fácil de mantener, es ligero, y es muy estable, gracias a su bajo centro de gravedad y ruedas pequeñas de gran anchura. Sin duda, una buena moto para iniciarse en esto de las dos ruedas.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS