A veces es bueno dejar volar la imaginación y construir motos que no hace falta que sean las más rápidas, ni las más tecnológicas. Incluso ni las más bonitas, pero sí que nos diviertan y hagan sentir algo. Y me vas a decir que cuando has visto la primera imagen de estas Volkspods no has dicho inmediatamente: ohhhh, ¡qué cuqui!
Esta creación tan diferente ha sido obra de Brent Walter, un aficionado que pasa las horas metidas en su taller fabricando los más extravagantes chacharros. Para la creación de las Volkspods ha cogido los cuatro guardabarros de un Volkswagen Beetle y los ha fusionado dos a dos, es decir, la mitad delantera de los frontales con la mitad complementaria de los traseros. Ha mantenido por lo tanto el faro original delantero del Beetle al igual que el trasero.
En su interior tuvo que fabricar un chasis tubular que diese soporte al guardabarro y así poder sentarse encima. Al mismo tiempo, también sujeta el motor que en este caso es un sencillo propulsor de un cilindro OHV de cuatro tiempos y una cilindrada de 79 cc, muy similar a los que se pueden encontrar en algunos cortacésped.
Lo mejor es que funciona perfectamente.
Los colores, como no podía se de otro modo, son los originales de Volkswagen. Por encima y para poder usarlos con comodidad, se ha instalado un asiento (más bien sillín) y un manillar cromado de bicicleta y elevado. Unas plataformas para los pies y unos neumáticos gruesos.
No será legal, no podrás salir con él a carretera pero seguro que si te puedes desplazar con ella en un recinto cerrado, como por ejemplo en un festival, seguro que va a ser uno de los vehículos más admirado aunque estés rodeado de deportivas de última generación y de las trail superventas.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS