En Yamaha no pueden tener queja de su rendimiento en competición, al menos en Superbike, donde ha logrado, por fin, su victoria número 100 y sobre todo, en el mundo del off road, donde ha acumulado bastantes éxitos en las categorías de MXGP y MX2. También han logrado llevarse a casa casi todos los títulos de Motocross de la FIM y Supercross en Estados Unidos, tanto con motores de válvulas como con propulsores “de agujeros”.

Con el objetivo de mantener ese buen ritmo en off road, la marca japonesa se ha puesto las pilas más que nunca, centrando gran parte de sus esfuerzos en desarrollar una nueva montura que les permita estar al frente en pista, al mismo tiempo que se transforma en una referencia en el uso privado. El resultado es la nueva Yamaha YZ450F, que ahora es más ligera, más rápida y según dice la marca, más fácil de pilotar. En declaraciones desde la propia Yamaha, es una moto hecha por y para el piloto.

Lo que realmente destaca de la nueva YZ450F es lo ligera y equilbrada que se siente cuando se conduce. Esta nueva plataforma se basa en la suspensión y el manejo conocidos de las YZ, con un carácter de motor más potente, pero controlable, que ofrecerá a los pilotos expertos todo lo que necesitan para competir y ganar al más alto nivel”. – Derek Brooks, gerente de línea de productos de motocicletas Yamaha Motorsport

Para esta evolución, los ingenieros no han partido de cero, sino que han tomado la moto que ya estaba siendo una ganadora y han pulido los detalles para hacerla todavía más competitiva. No se ha dejado tornillo sin revisar, se ha modificado la ergonomía y se ha reducido el tamaño de algunos componentes.

El motor, el corazón de la nueva YZ450F

Los cambios más importantes que recibe la nueva Yamaha YZ450F se centran en el propulsor, que ha sido completamente rediseñado, aunque mantiene la misma configuración de admisión hacia delante y escape hacia atrás, que según la marca, logra un alto nivel de eficiencia.

Así, la cámara de combustión se ha revisado y se ha optimizado, empleando un nuevo pistón y un cuerpo para el cilindro igualmente nuevo, que permiten un aumento de régimen en 500 revoluciones. La distribución es por cadena de baja fricción y para aumentar la eficiencia, se ha cambiado el cigüeñal al tiempo que se montan nuevos cojinetes más ligeros en sustitución de los anteriores de agujas y un nuevo eje de equilibrado hueco, que reduce el peso y, obviamente, las vibraciones. Las bielas también tienen nuevo diseño.

El embrague es de acero con muelles de disco en lugar de muelles helicoidales convencionales. La transmisión, por su parte, también recibe otros cambios, como una distancia entre los ejes y se ha aumentado el diámetro de cada piñón para reducir el peso, mejorando también la resistencia general de la caja de cambios (que sigue teniendo cinco relaciones).

La refrigeración es igualmente nueva, así como el sistema de lubricación por cárter seco. Todo ello pensado para mejorar la durabilidad del propulsor.

El chasis también ha cambiado mucho

Yamaha ha querido crear una montura que sea lo más sencilla posible de pilotar, pero que no por ello deje de ser la referencia de la categoría, por eso ha revisado la moto por completo y no ha dejado, como ya se ha comentado, tornillo sin mover. Eso afecta también al chasis, que al igual que el motor, se ha rediseñado por completo. Sigue siendo un doble viga de aluminio, pero ahora es más ligero, pero al mismo tiempo ofrece una mayor estabilidad. El tubo inferior y la ona donde pivota el basculante son más rígidos, mientras que la altura se ha visto reducida para que el piloto tenga un mejor control.

Tanto la horquilla delantera como el monoamortiguador trasero, sufren cambios internos que afectan a las válvulas, que modifican el paso del aceite, de forma que se comportan mejor frente a baches y saltos, mejorando los niveles de tracción. Siempre, claro está, según palabras de Yamaha. Cuentan con regulación de amortiguación de forma manual.

Aquí no acaban todos los cambios, porque la carrocería, aunque a simple vista parezca igual que siempre, también ha sido rediseñada. Cada uno de los paneles que dan forma es nuevo, haciendo que la carrocería sea más estrecha y compacta, mejorando la ergonomía del piloto. El depósito de combustible es más estrecho que antes, al igual que los guardabarros, que también son más cortos. No obstante, el asiento es 5 milímetros más alto y las estriberas se colocan 5 milímetros más abajo.

La nueva Yamaha YZ450F estará disponible a partir del último trimestre del año y se ofrecerá con dos decoraciones: Icon Blue y Monster Black.

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