Recordamos la Kawasaki ZX-12R

Recordamos la Kawasaki ZX-12R

La "fastbike" que pudo haber vencido a la Suzuki Hayabusa


Tiempo de lectura: 3 min.

La búsqueda de la moto más rápida de producción ha tenido a Kawasaki como una de las principales protagonistas. Muchos recordarán aquella Kawasaki ZZR 1100, que con sus 145 CV a 10.550 revoluciones, puso el panorama mundial de las fastbikes patas arriba. Pero la misma Kawasaki tuvo antes que la ZZR 1100 otro modelo que también presumía de velocidad, la ZX-10 Tomcat, que ofrecía un estilo y unas características muy en línea con la ZZR que llegaría después. Eso sí, con “solo” 137 CV –a finales de los 80, más de 130 CV en una moto era una potencia respetable–.

Honda se adelantó con la CBR 1100 XX, de líneas afiladas y con el típico planteamiento del “Ala dorada”, una sport touring de altos vuelos y un motor de 164 CV –luego pasó a 152 CV por temas de emisiones y demás… – que se vio superada a finales de los 90 por el halcón de Suzuki, la GSX-R1300 Hayabusa, que se convirtió en un mito y en una de las motos más deseadas de su momento. Hace no mucho se renovó, aunque en realidad los cambios no son tantos como podría parecer.

Con una tesitura así, Kawasaki no se quedó mirando el panorama y lanzó la Kawasaki ZX-12R, una montura que, para muchos, era mejor que la “Busa” en muchos sentidos. Lo que si logró fue convertirse, como otras hermanas antes que ella, en una de las motos más rápidas del planeta, porque Kawasaki no podía quedarse atrás en la lucha por tener la moto de producción más rápida. Y como la Hayabusa, los de verde recurrieron a todos sus conocimientos de aquellos años y se desarrollaron un propulsor que, hoy día, no resulta tan poderoso como en su momento, aunque no por eso se puede considerar lento.

Hablamos de un cuatro cilindros de 1.199 centímetros cúbicos, que rendía 178 CV, los cuales, pasaban a ser 190 CV en marcha gracias al ram air, una solución que en aquel momento, hace más de 20 años, resultó muy novedoso, ya que, dicho de un modo muy simple, para que todo el mundo lo tienda, hacia un “efecto turbo” que aumentaba la potencia del motor a gran velocidad. Pero además, también presumía de un chasis monocasco de aluminio y de unas suspensiones de primer nivel.

Curiosamente, nunca pudo demostrar que realmente era más rápida que la Suzuki Hayabusa, pues en aquel momento se cerró lo que se llamó como “pacto entre caballeros” y la velocidad máxima de la Super Ninja se limitó a 300 km/h. No sabemos si fue eso o cualquier otro motivo, pero la Ninja 12 nunca llegó a tener la repercusión que sí tuvo la Busa. No obstante, nosotros queremos recordar este modelo y aprovechamos la unidad que han subastado en Iconic Motorcycles, posiblemente, una de las empresas que nos dejan la cabeza loca y nos provocan una envidia sencillamente brutal…

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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