La Kawasaki ZXR 750 –ZX-7R Ninja en Estados Unidos– ganó, en 1993, el primer Mundial de Superbike para la firma japonesa, gracias al estadounidesen Scott Russell. El título se venía preparando, pues se habían logrado diferentes victorias en temporadas anteriores. Fueron cinco victorias de Russell a lomos de la ZXR y se sumó al título del AMA Superbike que ya tenía en su poder.
Kawasaki siempre ha sido sinónimo de velocidad, nadie pone en duda esta parte, pero en competición no siempre ha estado entre los mejores. Ahí está, por ejemplo, su incapacidad para poder despuntar en MotoGP. Sin embargo, allá por los años 80 comenzó a ganar carreras en Superbikes y en la década de los 90 llegaron los títulos. De hecho, desde ese momento, Kawasaki empezó a estar presente y a ser un rival indiscutible; fue como si hubieran encontrado lo que faltaba para ganar.
La Ninja ZX-7R –o ZXR 750, como nosotros la conocemos– fue uno de los primeros revulsivos de la compañía japonesa, tanto en el campeonato americano de Superbikes, como en el Mundial de Superbikes. Además, fue la primera motocicleta con motor de cuatro cilindros en línea que lograba el título en ambos campeonatos, los cuales habían estado dominados por motores en V, ya fuera de cuatro cilindros –Honda RC30– o de dos cilindros –Ducati 851/888–. También fue la última motocicleta con motor alimentado por carburadores en ganar un campeonato.
Kawasaki había tomado el mismo camino que Ducati y había creado una Superbike que se podía conducir en carreteras públicas. Es decir, la moto de las tiendas era similar a la moto que corría el mundial. De hecho, Rob Muzzy, el propietario del equipo, afirmó que “no hay una sola pieza en el motor de Russell que no se pueda comprar en un concesionario Kawasaki. Nuestros motores están equipados con un kit de carreras para clientes de la ZXR de 1993, que básicamente replica las especificaciones con las que corrimos las motos de fábrica la temporada pasada. ¡El truco es saber como juntarlo todo y configurarlo correctamente!”
Así, la moto de Russell podría llegar a parecerse a la moto que los usuarios podían comprar en las tiendas, pero como se dice hoy días, con muchas “chuches”.
La Kawasaki ZXR 750 R tenía un chasis basado en la ZXR-7 F1 del Mundial de Resistencia, con una abertura para la toma de admisión en el larguero delantero izquierdo. Era un chasis con unas paredes de mayor espesor, completado con basculante más rígido y totalmente ajustable. El motor, por su parte, tendía una potencia que rondaba los 160 CV a 14.000 revoluciones y pesaba 165 kilos, el mínimo que permitía el reglamento, y, por lo tanto, era lógico que pudiera alcanzar los 290 km/h en el circuito de Monza.
Como no, el señor Alan Cathcart pudo ponerse a los mandos de la Kawasaki ZXR 750 R Superbike y según sus palabras, era una moto intimidantemente rápida e increíblemente potente. Para los estándares de la época, la aceleración era explosiva y muy musculosa, pero tan fácil de manejar en curva como una 500 GP con motor “dos tiempos”.
Cathcart destacó la presencia de discos de freno delanteros de carbono, los cuales eran tan potentes que parecía que te habías chocado con una pared invisible.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS