El Honda SW-T 400 es el heredero del Honda Silver Wing 600, un scooter que llegó al mercado casi al mismo tiempo que el T-Max, pero con un planteamiento totalmente diferente, mucho más lujoso y confortable. Después vino el Silver Wing 400, un scooter un poco más dinámico y agresivo estéticamente, para después, como hemos comentado, dejar sitio al SW-T400.
Realmente, entre el SW-T400 y el Silver Wing 400 había pocos cambios, pues eran el mismo modelo, o casi. De entrada, el nombre del primero hacía referencia, claramente, a Silver Wing, salvo por la T, que estaba ahí porque el motor era un dos cilindros –un twin, en inglés–. Los cambios afectaban, básicamente, a la carrocería y al motor en algunos apartados, que no en todos.
La Honda SW-T400 representa un ejemplo de la evolución que tuvieron los maxiscooter, los cuales, llegaron a tener cilindradas muy elevadas, pero poco a poco fueron reduciendo el tamaño del motor hasta quedarse en los 400/500 centímetros cúbicos, que parece ser el cubicaje que mejor cuadra con este tipo de motocicleta. Sin embargo, esa reducción del motor no afectó en exceso a las prestaciones, pues también fue de la mano con una evolución de los motores.
De hecho, allá por 2009 el SW-T4 presumía de 39 CV a 8.000 revoluciones y 3,8 mkg a 6.500 revoluciones. Cifras extraídas de un motor de dos cilindros con 399 centímetros cúbicos e inyección electrónica. Suficiente para alcanzar los 150 km/h y para completar un 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. Todo ello con un peso de 243 kilos y un consumo de 5,4 litros –el depósito tenía 16 litros, así que la autonomía ronda los 300 kilómetros–.
Es posible que muchos no consideren al Honda SW-T400 una motocicleta “de verdad”, pero es evidente que con las prestaciones anunciadas ofrecía un rango de uso bastante amplio, su propietario se podía, incluso, plantear viajes largos son mayores problemas. No podemos olvida que como scooter que es, el asiento es muy amplio y cómodo, situado cerca del suelo y con un pequeño respaldo lumbar. La pantalla cubría hasta la cabeza de quien conducía, ofrecía un funcionamiento típico de Honda –suavidad en todos los mandos y una respuesta del motor igualmente muy suave– y contaba con frenada combinada.
Allá por 2009, el Honda SW-T400 tenía un precio de 7.549 euros, que no se consideraba especialmente algo, pero que comparado con sus rivales si que lo era. Por ejemplo, comparado con sus principales rivales japoneses, el Suzuki Burgman 400 y el Yamaha Majesty 400, era casi 1.000 euros más caro y además, era un poco más lento porque pesaba alrededor de 20 kilos más.
No obstante, el SW-T400 era la apuesta de Honda en el segmento de los scooter “de 400”, y hay usuarios que por el simple hecho de ser un Honda, ya tienen clara su elección.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS