Es la deportiva que todo el mundo quiere tener, pero que muy pocos podrán disfrutar. Si hablamos de la Bimota KB998 rápidamente se nos va la mente a lo que llegaron a hacer en 2024 para entrar en el Mundial de Superbikes. Bonita, potente y… sin la homologación de ser una moto apta para la normativa Euro 5+, así que si tenías pensado hacerte con ella, decirte que vas a dejarte el dinero para no lucirla en tu día a día.
Seguramente te estés preguntando que es lo que ha hecho que esta moto tan agresiva no tenga su hueco en el mercado europeo y la solución se encuentra en el acuerdo entre Bimota y Kawasaki. Este no es otro que tener que vender un número determinado de unidades al año para que esté dentro de las motos que compite en el mundial de las derivadas de serie. Por ello, han decidido tirarse a una piscina que no se sabe si tiene agua y probar suerte lejos del mercado europeo con tal de ahorrarse unos euros o dólares y no invertir mucho más.
Es una verdadera pena, que este modelo, sustituto de una generación marcada por una moto como la Kawasaki ZX-10RR, no tenga la posibilidad de ponerse en circulación en el Viejo Continente, pero así son las reglas. Con unas líneas imponentes y sugerentes, todo hace pensar que está fuera de clase pueda llegar a plantearse como una de las motos más bellas en el segmento de las Superbike, y lo hace con un trabajo artesano como pocas marcas se pueden permitir. Montada por un solo técnico, la Bimota es una de esas motos que mantiene la magia y la pasión más pura por las dos ruedas.

Un motor japonés en una moto italiana
Sí, es ese uno de sus grandes secretos. La marca italiana se unió a Kawasaki hace algo menos de un año y lo hizo con la intención de recuperar esa historia que le hizo grande. Para hacerlo posible, quiso aprovecharse de la experiencia de la firma nipona y por ello, han querido mantener el motor de la Kawasaki ZX-10RR, un motor que se manipuló especialmente para ser homologado en el mundo de la competición.
El propulsor, que es un cuatro tiempos de cuatro cilindros en línea y refrigeración líquida, es uno de sus mejores secretos y es algo lógico, si se tiene en consideración todo el tiempo que lleva en el terreno de la competición, donde han cosechado grandes resultados. Con una cilindrada de 998 cc, viene con un doble árbol de levas y 16 válvulas, lo que le hace alcanzar unos 210 CV a 14.000 rpm y un par motor que ronda los 115 Nm a 11.500 rpm, por lo que responde a la perfección sea cual sea su punto de partida.
Con un peso que ronda los 200 kilos, esta deportiva es realmente atractiva, aunque tiene sus limitaciones como cualquier otra. Eso sí, no importan, se sabe perfectamente que es lo que se pretende con ella.

Artesanía italiana en su interior
Que en su interior estemos viendo materiales asiáticos no quita que su mano de obra sea patria y eso pasa por un chasis prácticamente artesanal. Diseñado en su fábrica, este doble viga de aluminio, está diseñado y pensado para combinar la ligereza con la rigidez, por lo que consigue que el motor sea una parte estructural más de la moto.
La Bimota KB998 es una moto con un gran paso por curva y una flexibilidad notoria que permite que se pueda absorber todas las irregularidades del trazado. Esto se consigue con un basculante de doble brazo de aluminio, que ofrece ese agarre tanto delantero como trasero que se busca en una deportiva de su calibre. En cuanto a suspensiones, siguen apostando por Showa, que permite esa tracción en la salida de curvas, que la hace más atractiva si cabe y eso que su precio se sitúa en unos 44.000 euros, por lo que económica no es.
Alejandro Delgado
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