Si no puedes con el enemigo, únete a él. Esa es una de las premisas que se plantean en muchas marcas y parece que en Moto Morini lo han hecho otra vez. De la mano de la Morini 3 ½ Sport 2025, la firma ha recuperado una de sus denominaciones históricas con la intención de volver a conquistar el mercado como lo hicieron hace 50 años.
Esta naked, que está disponible para el carnet A2, es bonita y resolutiva, igual que su modelo original, pero con esos detalles que hacen que se adapte a los nuevos tiempos, como es el caso de su motor. Este modelo, que es sinónimo de sencillez, parece que con un estilo oddie sin grandes lujos, está dispuesta a conquistar el corazón de los más nostálgicos, estará disponible en los próximos meses.
Una denominación con mucha historia
La Moto Morini 3 ½ fue esa joya italiana que todos la tenían como la referencia. Nacida a principios de los años 70, momento en el que las motos japonesas empezaban a ser el ejemplo a seguir por su fiabilidad y tecnología, esta moto venía de la tradición más pura, ofreciendo una respuesta inteligente y original. La presentaron originariamente en 1973, y se convirtió en ese icono que los europeos querían tener en su garaje.
Con un motor de tres y medio, es decir, de 344 cc, era un propulsor en V a 72 grados, refrigerado por aire y que corría de la mano del ingeniero Franco Lambertini. Con un tamaño modesto, era bastante sofisticado, con una correa dentada y árbol de levas, junto a un encendido eléctrico de Ducati. Era muy italiana y eso se notaba con esos casi 35 CV de potencia, que confirmaba que no querían hacer una moto potente, pero si resolutiva.

Era ágil y precisa, no querían que se convirtiese en esa moto que está diseñada para cubrir un nicho y ya. Con un peso de unos 150 kg, era lo suficiente para disfrutar de sus curvas. Con su éxito, en Moto Morini lanzaron dos modelos más, la Strada para un uso más diario, y la Sport, que era más agresiva con una posición de conducción más baja.
Esta percepción de autenticidad, se debía a la sensación de que era una moto con personalidad y eso era evidente. Su gran popularidad hizo que se convirtiese en una moto de culto y ahora, 50 años más tarde, la marca ha querido recuperar su nombre, modernizándola, con la intención de seguir vendiendo, como han hecho otras marcas, véase Renault con el R5.
Sencillez, pero no por ello mal planteada
Hace menos de un año quisieron recuperar esa esencia y lo hicieron manteniendo el espíritu del modelo anterior, pero modernizada, todo ello con la intención de que los más nostálgicos pudieran revivir lo que significó históricamente, pero adaptada a los nuevos tiempos. Y parece que lo han conseguido, con una moto bonita, estética, pero sobre todo resolutiva, que era lo que se necesitaba originariamente.
En esta ocasión viene con la misma estructura del motor, es decir, es un bicilíndrico en V a 60 grados y de cuatro tiempos. Con una cilindrada un tanto superior, llegando a situarse en unos 350,3 cc y con doble árbol de levas junto a 8 válvulas, parece que no tiene nada del otro mundo, pero su rendimiento, parece que es bastante óptimo, con una potencia máxima de 32,6 CV a 8.500 rpm y un par motor máximo de 31 Nm a 6.500 rpm, es una moto que es bastante atractiva.

Estéticamente, es evidente que bebe del modelo original, con líneas clásicas y detalles tradicionales, lo que hace que sea una naked muy resolutiva. Con un chasis de doble cuna en acero y un basculante de aluminio, consiguen esa rigidez que se buscaba originariamente, mientras que tanto la horquilla invertida como el monoamortiguador, van a lo seguro.
Todavía no la tenemos en las calles, una lástima, porque sobre el papel, el concepto asegura un éxito seguro. No sabemos cuando llegará, en la web oficial de la marca apenas se menciona y Moto Morini está más centrada en potenciar su gama trail y motos como la sensacional Calibro, así como preparar la llegada de la Moto Morini Corsaro.
Alejandro Delgado
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