En el mundo del motociclismo hay nombres que, aunque se pronuncien poco, resuenan campanas en el mundo de las dos ruedas. En Morbidelli han sabido hacer motos que se escapan de cualquier etiqueta, las que van a su rollo, sin pedir permiso y con estilo propio. La Morbidelli SC125LX es de esas. Una scooter italiana que mezcla glamour con esa alma callejera, diseñada por una marca que venía de ganar mundiales, pero que un día decidió meterse hasta las cejas en el barro de la ciudad.

Morbidelli era sinónimo de gloria en los circuitos, de motores que rugían como animales salvajes en las rectas del Mundial. A principios de los 90, el bueno de Giancarlo Morbidelli se levantó y dijo “vamos a hacer un “scooter”. Así nació esta bestia silenciosa con nombre de perfume caro y corazón de barrio.

La nueva versión es un puñetazo sobre la mesa. Morbidelli, la casa italiana, se ha vuelto a meter las manos en la grasa y han lanzado la SC125LX 2025, que no es una reinterpretación moderna con plástico pintado, es una reinterpretación con dientes, clase y más actitud que muchas 500 de postureo.

Hablamos de una scooter que mezcla la estética refinada con lo más canalla del modelo original. No pierde alma, una parte ciclo más que decente, frenos con ABS de serie y una carrocería que sigue oliendo a ese cuero italiano. Es una moto que no es para cualquiera, es para quien sepa lo que lleva, para quien disfrute más de una curva.

Diseño italiano con cicatrices nuevas

La nueva SC125LX mantiene el ADN de la original, pero con un giro curioso, oscuro y casi mafioso. Sin colores pasteles y acabados de juguete, aquí se apuesta por el negro, gris, rojo y algún detalle dorado. El faro delantero redondo sigue ahí, pero ahora es full LED con una firma luminosa que se impone al resto con respeto. Como si te estuvieran juzgando desde otro coche.

La carrocería sigue jugando con formas curvas y elegantes, ahora es más agresiva, baja y musculosa. Como si a la original le hubieran dado una paliza a base de golpes en Milán y hubiera salido más fuerte. Hay aluminio en zonas clave, tornillería visible sin pedir perdón y plásticos reforzados que no se doblan con el viento.

El asiento, tapizado con costuras en contraste y un ligero toque café racer, invita a sentarte con las piernas abiertas, y sobre todo con mucha chulería. Con llantas de 13 pulgadas en negro brillante y el escape que ya no es ese secador de pelo de antes, para convertirse en un silencioso deportivo que ruge cuando es necesario.

Cumple la Euro5+

Por increíble que parezca, es una moto híbrida sin ser aburrida. Para ello, monta un motor bastante completo. Se trata de un monocilíndrico de 124.6 cc Euro5+ con inyección electrónica, capaz de generar 11,2 CV, lo que le convierte en una de las combinaciones ganadoras, con el carácter que todos querían tener.

El motor responde con alegría y no le cuesta. Tiene el tacto directo que se necesita y agradece para moverse entre coches y acelera con muchas ganas y energía. No tiene limitaciones en subida, algo que se nota, no vibra y no te pide un extra.

Con transmisión automática CVT, típica de cualquier scooter, viene con un mapeado que ha sido revisado para priorizar su respuesta antes que el ahorro. Con un consumo de 2,2 litros cada 100 km, permite que se pueda desconectar el motor eléctrico siempre que lo necesites. Un detalle de buen gusto. Su sonido es muy peculiar, con un arranque electrónico a bajas, ronroneo para las medias y un gruñido elegante cuando abres gas en serio.

Parte ciclo para el combate urbano

La Morbidelli no es un juguete más. La suspensión delantera con horquilla telescópica Kayaba, amortiguador trasero central regulable en precarga y un chasis monocasco reforzado de acero que aguanta lo que le eches. Todo bien ajustado, sin vibraciones de baratillo ni ruidos de plástico flojo  al pasar por los adoquines.

Cuando está en circulación es una tabla. Estable, ágil y noble. Con una distancia entre ejes justa para no parecer nerviosa, pero sin sacrificar agilidad. En ciudad va de lujo, pero si la metes en secundarias, responde como esa campeona que fue en el pasado.

Con unos discos de 260 mm delantero y 220 mm trasero, viene con gestión ABS Bosch de doble canal, lo que no molesta, pero te salva el culo si te pasas con el gas. Para ello, lleva Pirelli Angel Scooter, que dan esa confianza hasta en días de lluvia. Con un peso de unos 130 kg, es tan fácil de meterla entre coches, que parece que tengas un cuchillo afilado en un bloque de mantequilla caliente.

La scooter que no sabías que necesitabas

No es la scooter más barata del mercado, pero tampoco lo pretende. Es una moto para los que han vivido, para los que no necesitan fardar en redes, porque ya lo hicieron en los 90. La Morbidelli SC125LX es una moto ágil, cómoda y urbana que no renuncia a la personalidad ni a la historia.

No te la vas a cruzar en cada semáforo. Morbidelli no fabricará miles de ellas, y por ahora se han centrado en una tirada limitada, bien hecha, cuidada y sin concesiones al aburrimiento. Esta italiana regresa con puñales en los tacones, dispuesta a recordarle al mundo que s epuede tener estilo sin tenerlo.