El SYM SaxSym 400 tenía todo el derecho a no ser considerado un “scooter chino”, pues en realidad se diseñó en Italia, aunque, eso sí, la fabricación se llevó a cabo en China, de forma que se podía lograr un precio de venta muy bajo. De hecho, era de los más bajos de su categoría, entre 5.000 y 6.000 euros cuando en el segmento lo normal era rondar entre 6.000 y 7.000 euros. No obstante, eso no afectaba a la calidad general del modelo, ni tampoco a su equipamiento.
Siempre que se habla, o se hablaba, de productos de origen chino, se hacía especial hincapié en su calidad, que por lo general, estaba por debajo de la media. Pero de eso hace ya bastante tiempo, ahora, un producto chino puede ponerse al mismo nivel que todos los rivales, ya sean de origen europeo, estadounidense o japonés. Y no importa la industria, los chinos han llegado para quedarse y han aprendido a crear productos de buena calidad, a precios más bajos. Y han aprendido, precisamente, de sus rivales.
El mundo de la moto fue de las primeras industrias dedicadas a los vehículos en recibir la llegada de los chinos. Por suerte no ocurría como con el desembarco de los japoneses, pero eso no les resta importancia. Primero se centraron en el mundo del scooter y las motos de pequeño cubicaje, donde pronto se auparon con buenos niveles de ventas, y después, pasaron a cosas mayores, como los scooter GT, donde tampoco lo hicieron nada mal. Sobre todo a partir de la segunda década del Siglo XXI, cuando el número de modelos aumentó.

Fue entonces cuando el SYM MaxSym 400 hizo acto de presencia, directo a plantar batalla a modelos como el Yamaha Majesty, el Honda SW-T400 o el Suzuki Burgman, modelo, este último, por cierto, que parecía haber sido la fuente de inspiración, pues el MaxSym400 se parecía bastante a nivel estético. Es más, si ves un MaxSym 400 de lejos, podrías confundirlo con un Burgman 400 con cierta facilidad.
Cuando se puso en circulación era el scooter de SYM con el motor más grande jamás fabricado y aunque tenía aspecto de scooter GT, en realidad, era un modelo bastante versatil y válido para todo. Además, la marca china había demostrado buenos niveles de fiabilidad, así que tampoco había que preocuparse por eso. Y sí, el equipamiento era muy decente: frenada integral desde la versión básica, dos discos delanteros y pinzas de cuatro pistones de anclaje radial, puerto USB, toma de corriente de 12 voltios, antirroboto electrónico, cerrada de seguridad, luces LED, instrumentación digital, pantalla regulable, un hueco bajo el asiento para dos cascos…
En el apartado técnico o había sorpresas ni innovaciones, todo era bastante convencional, aunque no por ello era malo. Por ejemplo, el chasis era de tubos de acero, la horquilla de tipo convencional tenía barras de 41 milímeros, atrás montaba dos amortiguadores… Y en cuanto al motor, más de lo mismo: un solo cilindro con cuatro válvulas y 399,3 centímetros cúbicos, inyección y 34 CV a 7.000 revoluciones, junto a 38,1 Nm a 5.250 revoluciones.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS