Bakker Framebouw nació de la necesidad de su fundador, creador y a la vez piloto de motocicletas, Nico Bakker, de mejorar de alguna forma el comportamiento dinámico de su moto. No era falta de potencia o calidad de los componentes lo que hacía a Bakker no conseguir llegar al límite de sus posibilidades. En este caso los rudimentarios chasis de los 60 eran su principal fuente de problemas y donde él decide centrarse en aplicar una mejora constante.
De alguna manera, y al igual que en nuestro país tuvimos al excelso Antonio Cobas y todo su trabajo en este campo, Nico también estaba concienciado en este problema y el gran margen de evolución que había por delante donde centrar su trabajo y dedicación. Inicialmente Bakker optó la fabricación de chasis tubulares, aplicando rigidez donde era necesario y dejando atrás las medidas estándar que generalmente lastraban al conjunto en la búsqueda del límite curva tras curva.
La saga Bakker QCS nace a inicios de los 90, pero aún hoy es posible adquirir una de las preparaciones que vende la empresa holandesa para modificar dinámica y estéticamente las deportivas japonesas para las que se creó
Tal era el éxito a mediados de los 70 del piloto holandés y su empresa de fabricación de chasis, que pilotos como Cecotto, Agostini o Phil Read, entre otros, acudían en busca de soluciones en este aspecto para sus respectivas motos. Además, Bakker no tenía inconveniente en fabricar chasis para cualquier tipo de motor, desde los 50 cc hasta los 1.000 cc, dándole solución a la mayoría de sus potenciales clientes.
En definitiva, la idea era clara: construir un chasis alrededor de un motor, manejando de este modo el reparto de pesos, las inercias y demás parámetros arrojados por la mecánica, para conseguir el 100 % de rendimiento, sin perder ni un ápice del potencial del que fuera capaz de generar el propio propulsor.
Llegó un momento en que Bakker Framebouw ya no solo fabricaba los chasis. Creaba kits completos compuestos por chasis, suspensiones, llantas, depósito… en los que el cliente ponía el tope y decidía hasta donde llegar en la mejora de su motor, que era en definitiva el elemento central hacia donde quedaban enfocados el resto de componentes y el comportamiento de estos.
Tanto en la QCS, como en el resto de preparaciones de la empresa Bakker Framebouw, todo esta diseñado partiendo desde el propulsor, y tanto chasis como suspensiones así como demás elementos que la conforman están fabricados siguiendo ese criterio
Para finales de los 80 la empresa de Bakker decide ir un paso más adelante, con el empleo de nuevos chasis, en esta ocasión de doble viga de aluminio, al igual que los basculantes, buscando ante todo la disminución de peso total, así como la ganancia en rigidez. Pero Bakker tenía en mente llegar más allá y diseñar nuevos sistemas de mejora y manejo asociados a sus chasis y es aquí cuando aparece el QCS (Quick Change System), algo así como un sistema de cambio rápido, que se compone de suspensiones tanto delante como detrás de un solo brazo, facilitando de este modo el intercambio de ruedas en cualquier tipo de competición.
Además, el chasis formaba parte de una estructura que envolvía el motor, estando en este caso compuesto de tres piezas diferentes y totalmente autónomas. Por un lado, la parte delantera que comprendía el sistema de suspensión y un subchasis unido por placas al motor. Por otro lado, subchasis superior anclando el motor por la zona de la culata, y por último otra pieza independiente que abarcaba el basculante trasero, rueda y subchasis superior trasero.
Como vemos, todo en aras de la facilidad de montaje, así como estudiado milimétricamente para albergar motores de 750 cc a 1.000 cc, confiriéndoles la mayor rapidez y efectividad una vez en marcha, dado que todo estaba diseñado por y para cada propulsor, a base de un concienzudo cálculo de cotas y reparto de pesos.
QCS (Quick Change System), significa “sistema de cambio rápido”, basándose en la facilidad para poder desmontar cualquiera de las dos ruedas, consiguiendo en pista mejorar los tiempos a la hora de sustituir cualquiera de los neumáticos
Bajo estas premisas Bakker Framebouw diseña, entre otras, su modelo QCS adaptándose a cuatro propulsores principalmente, los de Honda de las VFR 750 (QCS 750-I) y CBR 1000 F (QCS 1000-I), y los de Yamaha de la respectiva FZ 750 (QCS 750-II) junto con los motores de 1.000 cc que se usaba en la GTS y FZR de la marca de los diapasones (QCS 1000-I).
A partir de aquí las posibilidades son infinitas, ya que el fabricante holandés da la posibilidad a sus propietarios de dejar o incorporar elementos en sus motocicletas, al gusto de cada uno. Como ya hemos hecho referencia destacan sus chasis, así como su revolucionaria suspensión, pero también hay que fijarse en detalles como un solo disco central en su tren delantero, con una pinza de seis pistones, o sus diferentes juegos de carenados para optar por la estética que más nos guste o se adapte a nuestras necesidades.
Evidentemente, todo esto hay que pagarlo y su lista de precios es larga y cara a partes iguales. Como ejemplo, el bastidor QCS con suspensión monobrazo que tiene un precio de 18.750 euros, así como el tanque de gasolina de aluminiom por el que hay que desembolsar 1.640 euros. A partir de ahí podemos adquirir desde un kit completo de fibras diseñadas por Bakker Framebouw, llantas, asiento individual con colín monoplaza o para dos ocupantes… pudiendo llegar a tarifas por encima de los 30.000 euros, motocicleta a despiezar aparte.
La Bakker QCS se basó en cuatro modelos distintos de Honda y Yamaha y aún hoy se puede adquirir el kit completo para modificar con ellos a cualquiera de estas old school
En la actualidad la empresa sigue ofreciendo estas y otras muchas preparaciones, ya sean sobre motocicletas de calle o derivadas para la competición. Solo dos obstáculos para llegar a alcanzar los sueños fabricados por Bakker Framebouw: tiempo y dinero. A partir de ahí, lo que te propongas en manos del preparador holandés.
NOTA: Lamentamos la calidad de las imágenes, pero no hay otra cosa.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS