Moto del día: Benelli 49X

Moto del día: Benelli 49X

La firma italiana regresaba al segmento de los ciclomotores, pero por poco tiempo


Tiempo de lectura: 3 min.

El Benelli 49X –Quattronove X– es un modelo bastante desconocido, presentado en el año 2008 y destinado, mayormente, a un público joven que se inicia en el mundo de las dos ruedas. Pero, además, suponía el regreso de Benelli al segmento de los ciclomotores, cinco años después de hacer retirado del mercado el Benelli 491. Sin embargo, ¿Alguien ha visto uno por las calles?

Las motos “de 50”, fueron directas al olvido tras el cambio de reglamentación, que obligaba a cumplir 15 años para poder acceder al permiso para conductor ciclomotores –en lugar de 14 años–, a la obligatoriedad de superar una ITV, al permiso de conducir motos con motores de 125 centímetros cúbicos con un mínimo de tres años de carnet B y si, a las regulaciones ambientales. Una serie de sucesos que, al final, acabaron por borrar, o casi, la presencia de los ciclomotores en España. Lejos quedan aquellos tiempos en los que, nada más cumplir 14 años, ya le dabas la tabarra a tus padres para poder tener una moto. Y sí, lejos quedan aquellas calles llenas de aparatos chillones y más “trucados” que los dados de un buhonero.

Aquel segmento, el de las motos con motores de apenas 49 centímetros cúbicos, estaba repleto de opciones de todo tipo y color, y era base de ventas para algunas marcas y lanzadera para otras, que veían entre los 50 centímetros cúbicos la forma más rápida de llegar al gran público. Quizá por eso, cuando Benelli pasó a manos chinas, uno de los primeros pasos fue volver al segmento de los ciclomotores con el Benelli 49X, que, por cierto, ya tenía una versión crossover, un tipo de scooter que se puso muy de moda cuando Honda comenzó con las ventas del X-ADV.

El Benelli 49X, tanto en su versión OnRoad como OffRoad, llamaba la atención por un diseño bastante cuidado, con un escudo frontal afilado y un manillar desnudo, poco habitual entre los scooter. Dos versiones que, en realidad, tenían pocas diferencias que se centraban, básicamente, en las ruedas. La versión OnRoad tenía neumáticos de asfalto con llantas de 12 pulgadas, mientras que la OffRoad tenía neumáticos mixtos sobre llantas de 10 pulgadas.

Como buen scooter “de 50”, la contención de costes para no disparar los precios era la base de todo el modelo. El chasis era una estructura de tubos de acero, con una horquilla convencional para la rueda delantera y un típico motor basculante para la rueda trasera. Destacaba el tubaro, con el silenciador por encima de la panza, un diseño que permitía unas mejores prestaciones y una imagen más deportiva.

El motor, por supuesto, sin grandes alardes. Un monocilíndrico de ciclo dos tiempos con 49,2 centímetros cúbicos de origen Keeway, refrigerado por aire, capaz de rendir 4 CV a 7.000 revoluciones y 3,7 Nm de par a 5.000 revoluciones. Tenía un llamativo carburador de control electrónico para cumplir con la Euro 2. Obviamente, las prestaciones eran justas, lo imprescindible para el segmento y para la circulación urbana.

No era un scooter caro, la marca pedía menos de 2.000 euros y si hacemos caso a lo que decía la prensa, era un modelo de carácter deportivo y divertido de manejar por la urbe, aunque con un asiento demasiado alto.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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