La moto del día de hoy puede parecer una Harley-Davidson, pero no lo es. Se trata de la BMW R1200C y fue el intento de BMW de captar mercado de las cruiser a finales de los 90, una de mis motos favoritas de todos los tiempos.

BMW la produjo desde 1997 hasta 2004, vendiendo en esos años más de 40.000 unidades. Tenía un motor de dos cilindros bóxer con un 1.170 cm³, produciendo 61 CV y 98 Nm de par, que lograba mover sus 236 kg hasta un máximo de 168 km/h. Entre lo más destacable de esta moto, se encuentra sin duda su suspensión delantera, con lo que la marca denominaba BMW Motorrad Telelever, un brazo de suspensión que actuaba pivotando sobre la rueda delantera. BMW argumentaba que esto creaba un efecto anti-hundimiento al frenar, aportando mayor seguridad y comodidad. La cosa no quedaba ahí: se podían montar frenos ABS de manera opcional, siendo BMW Motorrad la primera marca en ofrecer esta posibilidad en una moto. Y por supuesto, montaba la transmisión por cardan, tan característica de BMW.

Pero lo que lanzó a la fama a esta moto fue su aparación en la película de James Bond de 1997 “El mañana nunca muere”, protagonizada por Pierce Brosnan. En esta pelicula la R1200C protagonizaba varias persecuciones de infarto. Las apariciones cinematográficas no quedaron aquí: en 2002 en la película “Austin Power en miembro de oro” Gwyneth Paltrow pilota una BMW R1200C de color negro en la introducción de la película, junto a Tom Cruise, que parodia al propio Austin Powers.

No solo a nosotros nos parece bonita y digna de este pequeño homenaje: en 1998 estuvo expuesta en el museo Guggenheim de Nueva York en la exposición “El arte de la moto”.