La moto de hoy es una de esas joyas que nunca han rodado en las carreteras y se ha quedado en prototipo. Pero debido a su rareza y belleza, merece al menos una reseña. Hablamos de la BMW R7, un prototipo del año 1934 cuando la corriente artística art decó se expandía con fuerza. El ideólogo de este prototipo se llamaba Alfred Böning, y quiso realizar una obra de arte sobre dos ruedas. Y vaya si lo consiguió. Unos pocos años más tarde, estalló la SGM, y BMW abandonó la idea de este prototipo en favor de la fabricación de equipo militar, como se exigía en aquellos años.
El diseño fue rompedor para la época, empleando soluciones que hasta entonces eran el no va más. Por ejemplo, el depósito de gasolina no estaba montado sobre el chasis, como es habitual, sino que estaba escondido bajo los elementos del carenado exterior. En la parte superior, albergaba el indicador de presión de aceite en medio de la superficie cromada y al lado estaba situada la palanca manual de cambio de marchas con posiciones en “H”, igual que en los coches de la época. Por primera vez en una moto BMW, se incorporó una horquilla telescópica delantera, mientras el velocímetro se situaba encima del faro. El motor de esta belleza fue realizado por Leonhard Ischinger, alumbrando un bicilíndrico bóxer de 800 cm3, que suponemos movería con soltura la moto.
Se encontró un prototipo de esta moto en 2005 en muy malas condiciones, pero BMW Classic decidió restaurarlo, y devolverle el esplendor de antaño, gracias a los planos que se encontraban en el archivo. Hubo que fabricar bastantes elementos desde cero, pero el resultado mereció la pena. Si queréis ver como quedó la restauración, podéis echar un ojo al siguiente video.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS