Si hay un nombre el mundo del motociclismo asociado a la máxima calidad ése es el de Brough Superior. Infelizmente descontinuada por la Segunda Guerra Mundial, la casa británica fabricó durante más de dos décadas las mejores motocicletas del momento gracias a unos estándares de trabajo realmente asombrosos. De hecho, incluso la propia Rolls-Royce autorizó la utilización del lema “la Rolls-Royce de las motocicletas” en referencia a modelos como la SS100.

SS de Super Sport y 100 por las 100 millas garantizadas como velocidad máxima. Así las cosas, obviamente las unidades de esta marca estuvieron muy presentes en la persecución de diferentes récords de velocidad durante los primeros años heroicos de las dos ruedas. Años en los que playas como la galesa de Pendine fueron escenarios habituales para los desprendidos “gentelman racer” del momento, quienes se jugaban la vida con asiduidad buscando ser el hombre más veloz sobre la faz de la tierra.

De hecho, tan importante fue aquello que la propia Brough Superior lanzó una versión de la SS100 especialmente adecuada para marchar a toda velocidad en línea recta sobre las arenas compactadas por la acción de las mareas. Hablamos de la SS100 Pendine Sands, la cual ha sido rescatada para la nueva gama con la cual, de unos años a esta parte, ha regresado la marca a lo más alto de la gama mundial en cuestión motociclista.

Aquellos récords mundiales logrados en 2011 incentivaron la nueva época de la marca aunque, al mismo tiempo, pusieron el foco sobre los atractivos de las unidades clásicas. A la sazón, bastante más deseables que las nuevas

Y es que, durante el pasado 2008, un grupo de inversores se hizo con los derechos comerciales del nombre comercial. Punto de partida para una nueva andadura en la que, con un encanto ya no tan evidente como el de los tiempos clásicos, Brough Superior se ha lanzado de nuevo a los mercados con una oferta plena de calidad y guiños estéticos a los viejos tiempos.

Viejos tiempos que fueron celebrados con la construcción de nuestra Moto del Día de hoy: la Brough Superior Pendine Baby. Basada en una mezcla de restauración y mejora con elementos contemporáneos, ésta se usó en las salinas de Boneville durante el 2011 a fin de rebasar varios récords mundiales de velocidad en su clase -la cilindrada es de 750 cc-.

Sin duda toda una lección sobre las excelencias de aquellas Brough Superior clásicas pues, no nos olvidemos, estamos hablando sobre cómo un modelo basado en mecánicas de hace casi un siglo ha sido capaz de ser el más veloz del mundo, ahora, en estos tiempos, dentro de su categoría. En fin, por buenas que sean las nuevas Brough Superior, resulta difícil centrar nuestra atención en las mismas si tenemos en cuenta su magnífica historia. En este caso, lo viejo es sin duda más atractivo que lo nuevo.