España fue una potencia mundial en fabricación de motocicletas. Teníamos una enorme industria nacional especializada en motos, famosa en todo el mundo y en muchos lugares, muy deseada, sobre todo en lo concerniente a motos “de campo”, donde las compañías nacionales se especializaron y lograron grandísimos resultados.

Hoy, apenas quedan retazos de aquella industria, la cual se considera la referencia mundial en el terreno del trial –todavía se fabrican en Barcelona las mejores motos de trial del mundo–. Y eso que se ha intentado resucitar en alguna ocasión. Por ejemplo, Derbi intentó devolver a Bultaco al panorama mundial del motociclismo, con el desarrollo de algunos modelo que, finalmente, nunca llegaron a permitir el despegue de la marca.

De aquella época, podemos recodar la Bultaco Lobito 50, un ciclomotor, cuando estas motos tenían muchísimo tirón comercial, que recuperaba una denominación mítica para intentar levantar de nuevo la firma de Paco Bulto –Bultaco es un acrónimo del nombre del fundador–. Se lanzó en el año 1999 y tenía un espíritu claramente endurero, con un diseño que se permitía sobresalir entre el resto de motos “de 50” que había en el mercado.

Así, en genera, la Lobito de finales de los 90 seguía todas las características de las motos “de campo” de baja cilindrada. El chasis es fabricaba con acero, un doble cuba con subchasis trasero para el colín de la carrocería y elasiento. Delante disponía de una horquilla firmada por Marzzchi, que se combinaba con un monoamortiguador trasero de origen Showa con depósito separado, y además, con bieletas. El basculante se fabricaba con aluminio.

El motor, de un solo cilindro –con recubrimiento de níquel y silicio– y dos tiempos, contaba con lo más avanzado empleado en un motor de 49 centímetros cúbicos. No era un motor Bultaco, era un motor Derbi que también se usaba en otros modelos, con alimentación por carburador Dell’Orto, refrigeración líquida y una potencia de 8,5 CV. No había arranque eléctrico, sino a pedal, aunque contaba con un sistema que permitía poner el motor en funcionamiento con una marcha metida, siempre que se presionara el embrague.

Bultaco acompañó la Lobito con otro nombre mítico: Astro. Sirvió para la versión supermotard de la Lobito

La Bultaco Lobito 50 era una moto bastante ligera: solo 85 kilos, lo que permitía que los chavales pudieran moverla con facilidad. No olvidemos que los ciclomotores se podían conducir desde los 14 años –en 2018 se estableció un mínimo de 15 años, lo que hizo que el mercado de las 50 se fuera al garete, porque con esperar a los 16 años se puede conducir una 125–.

Cuando se puso a la venta, se llegó a comentar que primero se comercializaría con un motor de 50 centímetros cúbicos, pero que si se cumplían las previsiones de ventas, se ampliaría la gama de cilindradas. Nunca ocurrió…