La Bultaco Sherpa 74 se presentó como una de las opciones de acceso a una saga que se hizo mítica. Campeona entre campeonas, la Bultaco Sherpa era objeto de deseo, pero no solo para los adultos, también para la chavalería que, con la 74 centímetros cúbicos, tenía la posibilidad de emular a sus ídolos o, simplemente, tener una de las mejores máquinas de su categoría.
Era 1979, los japoneses todavía no habían hecho estragos –aunque en ello estaban– y “nuestras” marcas podían mantener su hegemonía en el mercado, aunque solo fuera en parte. Bultaco era una de esas marcas que sacaron grandes réditos en aquellos tiempos con motor como la Bultaco Sherpa 74. No obstante, cabe decir que la Sherpa 74 presentada a finales de los 70, no era una motocicleta nueva, sino que recibía algunas modificaciones que la hacían más interesante.
Por un lado, se parecía más a la Sherpa 350, un detalle que, por lo general, suele ser muy bien recibido por los usuarios de motos pequeñas, pero no tan bien aceptado por los usuarios de la grande –cosas de exclusividad siempre por medio, ya se sabe–. Por otro lado, los cambios que se efectuaron en la Sherpa 74 “versión 1979”, afectaban al apartado técnico, aunque, por ejemplo, el chasis apenas cambió, destacando ligeramente el manillar con barra central de refuerzo.
El motor era el mismo, un monocilíndrico “dos tiempos” con 74,78 centímetros cúbicos y carrera larga –43 milímetros de diámetro por 51,5 milímetros de carrera–, que rendía 5,42 CV a 6.900 revoluciones y 0,67 mkg a 3.360 revoluciones. El único cambio que recibía era un carburador Amal 2600 en lugar del anterior Zenith, una palanca de arranque articulada. Incluso mantenía el cambio en el lado derecho y el freno en el izquierdo.
Según las pruebas de la época, como la que publicó Solo Moto en el número 192, describen unas suspensiones que, aunque parecían las mismas a simple vista, ofrecían un funcionamiento más suave y resultaban más efectivas, al tiempo que el embrague tenía un accionamiento un “poco demasiado duro” si se comparaba con algunas rivales del mismo talante –¿se refería a las japonesas?–.
Como curiosidad, en la misma prueba declaraban que el motor, salvo por el diámetro del pistón, eran el mismo que en la versión de 125 y que tan solo había que cambiar el cilindro y el pistón para poder tener unas prestaciones mayores. Incluso destacaron que servía el mismo carburador.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS