Suele decirse que está todo inventado. Y lo cierto es que sí, en cierta manera así es. Seguro que todos hemos visto alguna vez esos scooter eléctricos de anchas ruedas, muy bajas. Pero resulta que no son para nada un invento moderno, porque realmente ese diseño tiene como poco 50 años, como la Rokon Trail-Breaker. ¿No os lo creéis? Pues es hora de conocer a El Burro Sand ‘N’ Sno Bike (sin la “w” de “snow”, nieve).
A principios de los años 70, una empresa situada en Lexington (Michigan) y llamada Worth Industrial Processing Company (WIPCO) desarrolló la El Burro Sand ‘N’ Sno Bike. Buscaba una moto que sirviese para circular casi por cualquier terreno, incluida la arena o la nieve blanda. El punto de partida fueron neumáticos anchos como los usados en los trike. A partir de ellos construyó un chasis abierto de acero con soldadura MIG y, en su interior, ubicó un motor conectado a la rueda trasera gracias a una cadena.
En un principio el motor de cuatro tiempos desarrollado por Briggs & Stratton (del que desconocemos su cilindrada, pero sería inferior a 125 cc), y que desarrollaba 5 CV. Fue conocido como El Burrito Torque 5. Pero la potencia era insuficiente, según cuentan los que por aquella época tenían una, así que la fábrica optó por desarrollar una segunda versión con 8 CV, a la que denominaron como El Burrito Super 8.
En ambas el arranque era mediante cuerda (tracción), como un cortacésped. Además de las diferencias en el motor, la Torque 5 utilizaba un sistema de transmisión automática con convertidor de par, mientras que la Super 8, optaba por un embrague centrífugo. Solo hacía falta centrarse en dar gas y divertirse.
Las medidas eran muy compactas: 1.650 mm de largo por 810 mm de ancho y 760 mm de alto. El manillar incluso podía plegarse para facilitar el transporte. Como el peso era de aproximadamente 63,5 kg, se podía transportar de forma relativamente sencilla en una camioneta o en la parte trasera de una caravana.
Un solo freno, de disco y en la rueda trasera, era todo lo que necesitaba para detenerse. Su robustez le permitía llegar a cargar hasta 160 kg y la autonomía era de unas 4 horas de uso. La velocidad máxima era de unos 85 km/h. Una locura.
El secreto para poder enfrentarse a cualquier terreno eran sus neumáticos. Sobre llantas de 8 pulgadas y con una anchura de 300 mm, estas gomas podían deshincharse hasta una presión de solamente 0,15 bar. Con ello era posible pasar por encima de nieve blanda y mantener la tracción. En el anterior vídeo podemos verla en acción, incluso pasando por una zona en la que debería haberse quedado atascada. Estas ruedas también eran las encargadas de hacer las veces de suspensión, ya que la El Burro Sand ‘N’ Sno Bike carecía de ella.
Cuando salió a la venta en 1971 (se comercializó durante un par de años), costaba aproximadamente 350 dólares de la época. Hoy en día, un modelo completo que funcione y sin restaurar pero en buen estado puede costar fácilmente más de 2.000 euros.
Fotografía de cabecera: Barnfinds.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS