El Honda Juno M85 es uno de los scooter más atípicos de cuantos se han visto en circulación, y que sea una creación de Honda no le resta peculiaridad. Hablamos del segundo scooter que la firma japonesa lanzó al mercado, pero como ocurrió con el primero, el Honda Juno, fue un fracaso comercial a pesar de haber vendido 5.888 ejemplares entre 1961 1962.

A comienzos de los años 60, la Vespa, con su concepto de motocicleta con chasis monocasco y diseño superpersonal, arrasaba en ventas allá donde se podía adquirir, incluso en Japón o Indonesia. Un éxito de ventas que marcas como Honda querían aprovechar, aunque lo afrontó de formas demasiado complejas, lo que encareció el resultado final.

La primera vez que la marca intentó adentrarse en el segmento de los scooter fue con el Honda Juno en la década de los 50, pero era un vehículo excesivamente complejo y caro. El segundo intento, la segunda generación del Honda Juno, dejó un poco atrás tanta complejidad y se centró en otros apartados, incluso llegó a copiar a la Vespa al emplear un chasis monocasco.

El Honda Juno se ofreció en cuatro versiones: Serie K –entre 1954 y 1955–, con motores “cuatro tiempos” de 189 y 220 centímetros cúbicos, el Juno M80 de 1961 a 1962 y el Honda Juno M85, que podemos catalogar como la complejidad llevada al extremo en un scooter –en la década de los 60, obviamente–. Un modelo que bine podría haberse inspirado en el Honda Supercub, un modelo que sí tenía un notable éxito de ventas.

Sin embargo, en Honda no suelen hacer las cosas igual que el resto de marcas y lo hemos visto en muchas ocasiones. Así, pues, para el Honda Juno M85 decidieron emplear un motor de dos cilindros bóxer con 169 centímetros cúbicos, refrigerado por aire, alimentado por dos carburadores Keihin y colocado en la parte delantera del chasis, exactamente detrás de la rueda delantera –que quedaba tremendamente cerca de los colectores de escape–.

No había nada similar en el mercado, y nadie ha vuelto a desarrollar algo semejante nunca más –aunque ahora hay capacidades y tecnología para hacer algo así y que no sea un fracaso–. El motor rendía 12 CV, colgaba del chasis monocasco y se conectaba a la rueda trasera mediante un cambio automático por variador continuo y una cadena encapsulada. Alcanzaba los 98 km/h.

Resultaba un modelo complejo por su motor, un dos cilindros boxer, colocado en una posición muy llamativa, pero el resto del modelo era bastante común e incluso sencillo. El caso es que, como siempre en Honda, tenía un precio de venta por encima de sus competidores directos. Costaba el equivalente a 1.500 euros de la época, sin IPC.