La Kawasaki W800 Final Edition es, como su nombre indica, una versión para despedir y, de paso, homenajear a una saga que estuvo en el mercado durante 50 años. No obstante, aunque la intención era esa, decir adiós a una saga, en realidad, la moto todavía está en catálogo, lo que hizo perder cierto interés a una versión que, en teoría, sería especial gracias, entre otras cosas, a una decoración específica y a que sería la última variante de la saga.
Kawasaki recuperó la saga W a finales de los 90. Concretamente, se lanzó la Kawasaki W650, una motocicleta que se inspiraba en la “vieja” W1 de los años 60 y 70, la cual, copiaba, por así decirlo, a la Triumph Bonneville, aunque también hay quien dice que tomó la inspiración de la BSA A7. No era un relanzamiento como tal, sino un nuevo modelo comuna estética y unos objetivos similares a la moto original; se lanzó, básicamente, porque las motos con talante “vintage” habían ganado peso en el mercado. Estuvo en el mercado hasta 2007, cuando se dejó de fabricar sin reemplazo a la vista.
Fue en 2011 cuando los nipones decidieron recuperar la saga con la W800, una moto que podría parecer una simple puesta al día, pero en realidad tenía muchas cosas nuevas y muchos cambios en diferentes apartados, tantos, que se podía considerar un modelo totalmente nuevo. El cambio más notable, obviamente, es el motor, un dos cilindros de 773 centímetros cúbicos que mantenía cosas como la refrigeración por aire o la distribución por eje rey. También se recurrió a la inyección, pues el principal motivo para dejar de fabricar la W650 fueron las normativas de emisiones –la W650 tenía carburadores–.

En cuanto a diseño, a Kawasaki W800 era muy similar a la W650, pues, en el fondo, se buscaba el mismo aura y las mismas sensaciones, pero con mayor modernidad y con la capacidad de superar las normativas de emisiones. Y así duró en las tiendas hasta el año 2015, cuando se presentó la W800 Final Edition, que saldría a la venta en 2016 como despedida del modelo. El director de Kawasaki Motors Europa, el señor Morihiro Ikoma, decía que “nunca esfácil decir adiós a un viejo amigo, especialmente a un icono como la W800. El homenaje a la serie W con esta Final Edition es un final verdaderamente digno para una larga y exitosa serie”.
Por supuesto, palabras muy bonitas de alguien que tiene que defender “lo suyo”, como cabe esperar, pero que en el fondo camuflaban unas características muy sencillas y para nada sorprendentes: la Kawasaki W800 Final Edition solo ofrecía una decoración especial, mientras el resto se mantenía intacto. Así, el asiento era específico, como la decoración del depósito de combustible y algún detalle más.
Curiosamente, Kawasaki recuperó la producción de la W800 en el año 2019, tres años después de presentar esa edición final. Un movimiento con todo el sentido del mundo, pues las motos de estilo retro se vendían como pan caliente.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS