La KTM 380 SX fue una de esas monturas que buscan un término medio entre dos caminos. Por un lado, la manejabilidad y la docilidad de una 250, pero con la fuerza bruta y la potencia de una 500. Obviamente, no se lograba ni lo uno ni lo otro, pero era una máquina perfecta para quienes veían poca cosa en una dos y medio, pero demasiado en medio litro de cilindrada.
Esta moto apareció a finales de los años 90, cuando los motores “dos tiempos” empezaban a perder popularidad y los “cuatro tiempos” llegaban con más fuerza que nunca. Militaba en lo que llaman en Estados Unidos “Open Class”, una categoría dedicada a los motores “dos tiempos” que había perdido todo interés a finales de los 90 a pesar de que todavía había usuarios enamorados de esas máquinas.
Los motores “dos tiempos” siempre han tenido un poco de mala imagen, sobre todo por eso de quemar aceite y de sus emisiones de humo azulado. Sin embargo, su ligereza, su temperamento y la relación potencia-cilindrada, siempre ha tenido muchos amantes en todo el mundo, sobre todo en el todoterreno, donde llegaron a presumir de 500 centímetros cúbicos con un solo cilindro.
Eran bestias, sin lugar a dudas, pero difíciles de domar. Por eso, motos como la KTM 380 SX tenían más lógica y casi tantos seguidores como las 500, aunque la austriaca necesitó de una evolución que pasó por los 350 centímetros cúbicos, por los 360 y luego, por los 380. No obstante, este último modelo, en realidad, tenía un motor que se quedaba en los 368 centímetros cúbicos, pero el empleo del número 380 venía por la necesidad de diferenciarse todo lo posible de su antecesora.
La KTM 360 SX, según revistas como la norteamericana Dirt Bike Magazine, fue un modelo para olvidar y en la marca lo sabían, por eso se esforzaron todo lo posible por enterrarla en el olvido con la KTM 380 SX, que como hemos dicho, tenía un motor que se conformaba con 368 centímetros cúbicos. Un propulsor que alcanzaba los 52 CV, poco menos que los 55 CV que prometía la Honda CR500 de aquel entonces.
Como se puede imaginar, era más rápida que una 250 y más lenta que una 500, pero se colocaba en el término medio casi perfecto entre ambas categorías. Motocross Action Magazine decía que se manejaba como una KTM 250 SX, pero más rápida y con más aceleración, mientras que la entrega de par era más controlable y aprovechable. Solo necesitaba un poco de trabajo con la suspensión trasera, equipada con el sistema PDS de KTM que no gustó a todo el mundo.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS