La Lambretta 250 GP Racer es todo un rara avis, una motocicleta que bien podría estar firmada por otra marca pero que, en realidad, fue obra de un especialista en scooter, al que se le había ocurrido que sería una buena idea entrar en competición.

A simple vista, sin logotipos y sin que nadie mencione nada de la moto, no serían pocos los que apostarían por una Moto Guzzi, hasta que se acercaran y vieran las diferencias con los típicos motores Guzzi. Sin embargo, Moto Guzzi adoptó el motor de dos cilindros en V longitudinal en 1965, y el proyecto de la Lambretta 250 GP Racer data de 1951.

Sí, Lambretta desarrolló un motor V2 longitudinal antes que Guzzi y además, fue considerado muy innovador e incluso revolucionario, cuando se mostró al público en el salón de Milán de 1951. Hay que tener en cuenta, que por aquellos años, en Italia se fabricaban de forma masiva motocicletas con motores de un solo cilindro, en algunos casos de dos, pero muy pocas veces.

Para el desarrollo de este proyecto se contrató a Giuseppe Salmaggi, quien diseñó un motor con los motores por los laterales de la moto, porque de esa forma se mejoraba la refrigeración. Era un motor supercuadrado, con medidas de 54 por 54 milínetros para diámetro y carrera, lo que daba 247 centímetros cúbicos, suficientes para rendir 29 CV a 9.000 revoluciones. La velocidad máxima, según la propia Lambretta, era de 170 km/h.

Era la Lambretta más veloz de aquellos años, y también la más compleja técnicamente. Por ejemplo, las culatas se fabricaron con aleación, las válvulas –dos por cilindro– tenía muelles triples, un árbol de levas sobre rodamientos de bolas con accionamiento mediante piñones cónicos… y lo más curioso, una transmisión secundaria mediante cardán.

Para el resto de elementos no se recurrió a más complejidades, pues el chasis era una estructura de tipo columna central de tubo de acero, con unas placas de acero para el anclaje del motor. La suspensión delantera era una horquilla telescópica convencional y atrás se empleaba una barra de torsión con amortiguadores de fricción.

Cuando se presentó la Lambretta 250 GP Racer, ya se habían llevado a cabo muchas sesiones de pruebas durante los meses anteriores, y el desarrollo continuó durante los dos años siguientes. La evolución llevó a la Lambretta 250 GP Racer a montar dos árboles de levas en culata, a dejar de lado el cárter seco y se sustituyeron los amortiguadores de fricción por unos hidráulicos.

Por desgracia, el proyecto se abandonó en 1953.