Quizá no se suene de nada el nombre de MotoCzysz E1pc, pero se trata de una motocicleta que se adelantó a su tiempo y, aunque contó con una gran repercusión en su momento, hoy nadie se acuerda de ella. ¿Por qué fue adelantada a su tiempo? Pues porque era una motocicleta eléctrica, que aparecida en 2009, no parecía tener mucha proyección de futuro.
No obstante, su condición de moto eléctrica no es su único argumento, porque actualmente todavía resulta competitiva si la comparamos con los modelos eléctricos actuales. Es decir, o la tecnología eléctrica no ha evolucionado casi nada en 14 años, o la E1pc era una moto realmente avanzada. También es posible que se den los dos casos, no vayamos a engañarnos.
Adornada con un peculiar diseño y un masivo basculante trasero, encargado de lidiar con un par de 343 Nm, más propio de un motor diésel –¡y estaba limitado por electrónica!–, montaba las baterías en el centro de la moto, donde debería ir el motor de combustión, y se componía de varios módulos fabricados exprofeso y diseñados para que no resultaran feos a la vista.
Concretamente, la batería se componía de 10 módulos extraíbles, cada uno con 1,25 kWh de capacidad –de iones de litio e indicadores LED para la carga–, que alimentaban un motor colocado cerca del basculante trasero. Rendía 125 CV, además de los mencionados 343 Nm de par, y estaba refrigerado por aceite. La solución de baterías extraíbles era una idea que no se ha copiado…
Todo el conjunto de baterías se montaba en un chasis tipo doble viga fabricado con fibra de carbono, en busca de lograr no solo rigidez, sino también el máximo ahorro de peso, aunque no lograron bajar de los 235 kilos. La suspensión era cosa de Öhlins en el eje trasero, mientras que delante, se optó por un sistema muy parecido al Telelever de BMW, con el muelle en el centro de la tija, entre las barras que sujetan la rueda. Se trataba de un desarrollo del propio creado de la moto, Michael Czysz, fabricada con barras ovaladas de fibra de carbono.
La MotoCzysz E1pc se impuso en el TT Zero de la Isla de Man en 2010, y también logró alzarse en la prueba celebrada en Laguna Seca ese mismo año, una carrera perteneciente al campeonato FIM/E Power. Además, logró un récord de velocidad de 262 km/h, que no está nada mal.
No obstante, el proyecto se detuvo en 2016, cuando Michael Czysz falleció a los 52 años. Michael tenía intención de llevarla a producción en tirada limitada y a un precio de nada menos que 120.000 dólares.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS