Si eres el fabricante de motocicletas más antiguo del mundo, está claro que habrás dejado tu impronta en la historia no una, sino en múltiples ocasiones. Y en todo este tiempo, si algo sabe Peugeot es de la fabricación de ciclomotores. Y hoy os traemos uno muy curioso, pues fue concebido casi como una minimoto pero con la posibilidad de un uso mucho más polivalente. Divertido y ligero, el Peugeot GT 10 no se limitó a circular por las grandes urbes, e intentó que al igual que su tamaño, el mundo se le quedara pequeño.
Fue en 1973 cuando se lanzó el primer Peugeot GT 10. Se fabricaba en la factoría de Mandeure (Doubs), al este de Francia y muy cerquita de la frontera con Suiza. Su diseño es muy particular, pues el chasis fabricado en tubo de acero cuenta con el motor colgado de la parte inferior (minimizando las vibraciones), y el depósito de combustible arriba, dejando un hueco vacío en la parte central. La carrocería, de llamativos colores, estaba fabricada en plástico ABS.
El propulsor del GT 10 era compartido con el de la exitosa familia de ciclomotores Peugeot 103, suficientemente potente para su bajo peso y con una fiabilidad fuera de toda duda. Y también permitía las mismas preparaciones mecánicas que su hermano. Había también sinergias en otros componentes, pero el resto del modelo había sido concebido expresamente para este ciclomotor.
El motor por lo tanto era un monocilíndrico de dos tiempos y 49,9 cc capaz de entregar alrededor de un par de caballos. Como tenía licencia de ciclomotor, su velocidad máxima estaba limitada a los 45 km/h, aunque las pruebas de la época hablan que una vez eliminados los topes, se movía con soltura. Eso sí, sus ruedas de pequeño tamaño (10 pulgadas) no ayudaban a que fuese estable cuando nos íbamos animando. Hay que tener en cuenta que no llegaba ni a pesar 50 kg con todos los llenos.
En su pequeño depósito se podían almacenar hasta 3,8 litros, que puede no parecer mucho pero como solo gastaba 1,8 l/100, era fácil superar los 200 km entre repostajes. Más de lo que uno podría pensar en un principio, pero que a la hora de la verdad y gracias tanto a su estudiada ergonomía como el mullido de su asiento, se podían hacer perfectamente.
Como reza la publicidad de la época, era un ciclomotor pequeño, pero pensado para hacer cosas grandes. Es decir, alejarse de la urbe y aventurarse algo más lejos. Lógicamente todo depende de lo loco que esté cada uno. Una horquilla telescópica, un doble amortiguador trasero también telescópico y frenos de tambor eran más que suficientes para las pretensiones del GT 10.Curiosamente se comercializó en dos versiones. Bueno, en alguna más porque solían venderse con diferente equipamiento, pero nos referimos en concreto al tipo de transmisión. La normal era de variador tipo ciclomotor, pero luego había una versión de tres velocidades denominada Peugeot GT 10 Fórmula 3. De esta se fabricaron pocas, y hoy en día las unidades que sobreviven son escasas y muy cotizadas.
El Peugeot GT 10 estuvo a la venta hasta 1976, momento en el cual fue sustituido por el Peugeot GL 10. El planteamiento era muy similar, pero su diseño ya era más clásico y similar al de un ciclomotor/scooter convencional. Y también era más barato a la hora de comercializar.
Fotos: Grupo GT 10 Facebook
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS