Moto del día: Piaggio XEvo 400

Moto del día: Piaggio XEvo 400

Uno de los rivales más duros de los scooter japoneses


Tiempo de lectura: 3 min.

El Piaggio XEvo 400 era la evolución del Piaggio X8 400 y empezó a circular allá por 2008. Ya por entonces, los 400 parecían ser el cubicaje perfecto para el segmento de los scooter más grandes y diferentes fabricantes apostaban por la categoría, dejando de lado los 500 centímetros cúbicos, que fueron un cubicaje bastante interesante en varios modelos, y sobre todo, olvidando algunas locuras que habían empezado a salir al mercado como el Gilera GP 800.

Con los 400 centímetros cúbicos apenas se perdían prestaciones con respecto a los 500, pero se lograba una pequeña reducción del consumo, así como una reducción de peso que, en el segmento de los maxiscooter, siempre es interesante. Es, quizá, uno de los problemas de estas motos, el peso, provocado por una voluminosa carrocería y un chasis de tubos de acero.

En el caso del Piaggio XEvo 400 no había 500 que dejar atrás, el X8 nunca tuvo versión de 500 centímetros cúbicos –se quedó en el Piaggio X9 500–, asó que no había con qué comparar. Frente al X9 500 no había grandes pérdidas de prestaciones, de hecho, según algunas pruebas de la época, el XEvo 400 se podía poner a 180 kilómetros/hora “de marcado” sin mayores problemas, aunque con el motor “al corte”. En realidad, esos 180 son unos 160 kilómetros/hora reales, pero los velocímetros a veces son muy optimistas. No sabemos si los fabricantes quieren que los usuarios presuman de velocidad, aunque no sea real, o que no ven problema alguno en un desfase de 20 kilómetros/hora en las indicaciones. Nunca serán exactos y siempre mostrarán de más –se hace adrede por cuestiones legales–, pero parece demasiada diferencia, ¿no?

Piaggio XEvo 400 (2)

Con respecto al X8, los cambios más importantes que se podían notar a simple vista, se centraban en el frontal, que adoptaba dos faros en lugar de uno, así como un guardabarros delantero bastante grande, algo alejado de la rueda y formas más agresivas. Le daba cierto empaque al frontal y era fijo, no se movía con la rueda. La instrumentación también cambió, se puso la misma que se usaba en otros modelos del grupo Piaggio –en el MP3, por ejemplo–, mientras que todo lo demás quedó igual. Es decir, el chasis de tubos de acero era el mismo, las suspensiones también, al igual que el motor, el asiento largo y ancho, el hueco bajo el asiento con dos accesos…

No hablamos de un cambio radical, sino, como bien dice su denominación, de una evolución. El motor, por ejemplo, mantenía los 400 centímetros cúbicos –399 centímetros cúbicos, para ser más exactos–, un solo cilindro por supuesto, con culata de cuatro válvulas, inyección, un solo árbol de levas y una potencia de 34 CV a 7.500 revoluciones, junto a 37,6 Nm de par. Piaggio anunciaba un consumo de 2,7 libros cada 100 kilómetros.

Como curiosidad, aunque la marca nunca afirmó haber hecho algo en los XEvo 400, la prensa decía que era más suave en la entrega de potencia, llegaban menos vibraciones, el tacto de conducción ofrecía más confianza y mejor pisada… Era mejor moto, en general. No obstante, había cosas malas, como el botón para cambiar los parciales o poner a cero el cuentakilómetros situado en la guantera.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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