La Rieju RS2 Pro 125, aparecida en el año 2008, pretendía mejorar un modelo que desprendía un claro talante racing y que, curiosamente, destacaba por encima de otras opciones de la época como la Honda CBR 125 R, la Daelim Roadwin 125, la Kymco Quannon o la Hyosung GT 125R, aunque esta última, con su motor de dos cilindros y su planta de moto grande, le ganaba en algunos puntos a la montura española.
Hoy día tenemos muchas opciones en el segmento de las 125, muchas y también interesantes opciones. Una generación de motos muy avanzada, con motores muy eficientes y también potentes, aunque ninguno supere los 15 CV. El hecho de no superar esa potencia, hace que muchos piensen en otros tiempos, cuando los motores “de agujeros” dominaban la categoría. El caso es que aquello fue hace muchísimo tiempo, cualquier moto con motor de 125 centímetros cúbicos y ciclo “dos tiempos”, no tiene menos de 25 años.
Los motores de “cuatro tiempos” empezaron a llegar al segmento hace más tiempo del que parece, ya en 2005 había muchas opciones y poco años después, la oferta era todavía más amplia incluso en el segmento de las motos deportivas. Es ahí donde militaba la Rieju RS2 Pro 125, entre las deportivas con motores “de válvulas”, demostrando que los motores “dos tiempos” se llevarían consigo a las deportivas del cuarto de litro. Si se llevaron, todo sea dicho, las prestaciones; todavía no hay una 125 “cuatro tiempos” que sea capaz de plantar cara a las viejas dos tiempos de la categoría…

Aun así, mantenían esa esencia de motos escuela, una definición que encaja como anillo al dedo para el modelo español, cuya estética, por cierto, es uno de sus mayores argumentos que, además, se mantenían intactos en la RS2 Pro. No debemos olvidar que la Rieju RS2 apareció en 2006 y en 2008 se renovó con nuevas decoraciones. También se añadió una nueva horquilla invertida de origen Showa y nuevos frenos Galfer con discos tipo “wave”, tan de moda en aquellos años. La sola presencia de esta horquilla mejoró notablemente la conducción y el tacto de la moto.
El motor, de origen Yamaha y capaz de superar las 10.500 revoluciones, estaba limentado por un carburador Mikuni, estaba refrigerado por aire y su caja de cambios contaba con solo cinco relaciones. No era un motor especialmente potente –no se publicó la cifra, pero estaba claramente por debajo de los 15 CV máximos–, pero permitía alcanzar los 112 kilómeros/hora “de marcador”, aunque para ello había que tumbarse completamente sobre el depósito y estirar al máximo el motor.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS