La Suzuki AC50 es una pequeña motocicleta aparecida en 1968 de la que, quizá, no hayas oído hablar, aunque en su momento ostentó el título de la moto de producción con motor de 50 centímetros cúbicos más rápida del mundo. Según diferentes fuentes, podía superar los 96 km/h –60 mph–.

Puede parecer un poco presuntuoso decir que una motillo pequeñita, con un motor de 50 centímetros cúbicos, es la moto más rápida del mundo en su categoría. Los modelos con motores tan pequeños casi han desaparecido del mercado, pero hubo una época, y además una época larga, durante la cual, estos modelos eran los más populares. Eso hacía que el segmento fuera especialmente interesante para los fabricantes y se invirtieran buenas cantidades de dinero.

La Suzuki AC50 procede de esa época, de cuando las 50 centímetros cúbicos tenían cabida en el mercado y cierta popularidad de ventas. De hecho, la Suzuki AC50 tuvo una buena acogida en Europa, donde muchos propietarios montaban kits de potenciación. Era una de las acciones habituales en las motos de 50, la potenciación y aumento de cubicaje.

Sin embargo, la Suzuki AC50 ya era potente de origen para su cilindrada. El motor, de un solo cilindro, ciclo dos tiempos y refrigerado por aire, rendía 4,9 CV a 8.500 revoluciones y 4,13 Nm de par a 8.000 revoluciones. La misma potencia que rendía muchos modelos de los años 90, pero en una moto de finales de los 60 y que, además, tenía una caja de cambios de cinco relaciones y pesaba 73 kilos en seco. La misma Suzuki parecía un poco presuntuosa, pues el velocímetro de la AC50 estaba graduado hasta las 100 mph, 160 km/h. El cambio era de cinco relaciones.

Curiosamente, las Suzuki AC50 destinada al mercado japonés eran más potentes. El motor rendía 6 CV a 9.000 revoluciones, lo que permitía una mejor aceleración, aunque no más velocidad punta –anunciaba una velocidad máxima de 95 km/h, y un 0 a 200 metros en 13,15 segundos–.

Estéticamente, la AC50 desprendía una imagen totalmente scrambler, con guardabarros cromados, llantas de radios con 17 pulgadas, un asiento de una sola pieza y de gran tamaño, escape lateral a media altura… todo ello montado sobre un chasis de acero prensado que, todo sea dicho, resultaba anticuado incluso a finales de los 70 y comienzos de los 70. También era bastante corriente el equipo de frenos, con tambores en ambas ruedas.

La pequeña Suzuki AC50 se fabricó desde 1968 hasta 1974 y contó con algunos cambios estéticos, como un nuevo depósito de combustibles o un asiento de formas diferentes. El motor se mantuvo siempre intacto.