Moto del día: Turbobusa de O2 Engines

Moto del día: Turbobusa de O2 Engines

Una Hayabusa con 340 CV y sin carenado


Tiempo de lectura: 3 min.

Turbobusa. Ya, con solo leer esa palabra, te puedes hacer una idea, ¿verdad? Una Suzuki Hayabusa cuyo motor recibe un turbocompresor, para, como cabe esperar, multiplicar su potencia todo lo posible. Y cuando hablamos de motos con motores sobrealimentados, la expresión “todo lo posible” toma un cariz importante.

Las motocicletas con motores turbo no son nuevas, las marca japonesas ya lo probaron una vez, aunque con bastantes limitaciones –no exprimieron todo lo que se podía–, pues aquellos turbos, con sus retrasos en la entrega de potecia, no era muy adecuados para un vehículo que tenía solo una rueda para bregar con el tropel de par que llegaba. De hecho, ese es uno de los principales escollos para una motocicleta sobrealimentada, el tener solo una rueda para poner en el suelo toda la potencia, pero no es el único, también está el chasis, las suspensiones…

En un coche, todo es más grande y las fuerzas que sufre la estructura se puede repartir por diferentes sitios, en una moto no, y tampoco se puede reforzar el chasis en exceso porque el peso aumentaría y afectaría a la maniobrabilidad. Sin embargo, siempre hay quien encuentra la forma de hacer las cosas, como Kawasaki y su descabellada H2, o como algunos especialistas externos a las marcas, como O2 Engines.

O2 Engines desarrolló la Turbobusa, una Hayabusa con turbo y además, naked. Mantuvieron depósito y colín, pero el carenado que cubre el motor y el bulboso frontal se eliminaron por completo. También se montó un manillar diferente y una careta que bien podría ser de una Gilera DNA –aquel scooter que quería ser una moto y que, por desgracia, no tuvo mucho éxito–. Por supuesto, tambien hay un amortiguador de dirección –colocado por delante de la horquilla, justo bajo el faro– para mitigar un poco la ligereza de la dirección al acelerar y se revisaron las suspensiones.

Suzuki Turbobusa by O2 Engines (2)

Los mayores cambios, obviamente, se centran en el motor, incluso se puede ver claramente que hay un turbo colocado en el lado izquierdo de la moto, con su filtro de aire cónico –un turbo que, todo sea dicho, no es pequeño–. La revista Motociclismo pudo probarla hace más de 10 años –tienes la prueba en su edición web– y cuentan algunas cosas interesantes.

Por ejemplo, a partir de 4.000 revoluciones el turbo ya se dejaba notar, no era una entrada violenta, sino lineal, algo que se agradece sobremanera en una moto. Si mantienes el acelerador abierto, la moto se convierte en una verdadera bestia capaz de acelerar como nada que se haya probado antes. Según sus palabras exactas, “el mundo pasa tan deprisa que tienes que cortar a no ser que estés completamente solo en la autopista”, para luego afirmar que “la Turbobusa funciona como una moto normal, pero con mucha más potencia”.

La potencia que desarrolla el motor de la Turbobusa es de 340 CV con una presión de sobrealimentación de 0,9 bares. La velocidad máxima era de, más o menos, 330 km/h, siempre que tengas el físico suficiente para soportar el palizón que dará el aire a esa velocidad –no olvidemos que la Turbobusa no tiene carenado–.

Un tema que no se trata siempre, es el consumo. Pepe Burgaleta, quien pudo probar la moto para Motociclismo dice que la Turbobusa gasta, gasta mucho y además, gasolina 98.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

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