Todos los castillos se van cayendo cuando los cimientos no están bien sólidos, incluso los de los gigantes de las dos ruedas. En KTM están viviendo tiempos oscuros y ahora se acerca el invierno, nunca mejor dicho. De nada sirve hacer motos nuevas, invertir cantidades estratosféricas y al mismo tiempo bajar las ventas y tener deudas que tardarás décadas en pagar. Ahora está viendo cómo se tambalean las paredes y ya están empezando a cortar cabezas, en concreto la de 200 empleados que se suman a los despedidos anteriormente.
En Pierer Mobility les ha tocado entonar el mea culpa. Las horas bajas que viven desde el grupo que engloba KTM, Huqsvarna, MV Agusta y GasGas, han hecho que tengan que lanzar el informe semestral con una sentencia casi de muerte: “Las condiciones económicas difíciles y volátiles provocaron un resultado negativo en el primer semestre del 2024”. Dicho de otra manera, si no hay ingresos y hay que conseguirlos de otro modo y eso pasa por despedir a su mano de obra y reducir la producción en un 25%, algo que se suma a las 373 personas que perdieron su puesto de trabajo a finales de 2023.
La situación comienza a preocupar en las oficinas del grupo en Austria y es que bajo ningún concepto se esperaban que la inversión económica que estaban realizando que era realmente desorbitada no iba a tener la repercusión que deseaban. El motivo es muy simple, la situación económica en cada casa no es la misma que hace unos años y la creciente inflación hace que los usuarios prioricen otras cosas de su día a día que comprarse motos nuevas. Ahora, desde KTM han tenido que mover ficha y eso pasa por despedir a más de 600 personas en menos de un año y lo más triste de todo, es que algunas fuentes apuntan que no descartan tomar más medidas de este tipo.
Eso sí, lo más alarmante a corto plazo es lo que van a hacer en cuanto a la cadena de producción y es que van a reducirla en un 25%, todo ello con la intención de “aliviar la presión sobre la cadena de producción y los almacenes de los distribuidores”. Dicho de otra manera, tienen sobreproducción y eso se debe a unas motos de reciente fabricación que no cumplen con el objetivo de los clientes, que buscan una moto con la que cumplir sus necesidades cotidianas.
Con una deuda neta de 1.469 millones de euros, esperan reducir en un 15% los ingresos en relación a 2023 en Estados Unidos, China y Australia, pero será una medida temporal. Ahora bien, quizás el error radica en el enfoque que están planteándose que no es otro que “alinear y priorizar las actividades como parte de la estrategia de marca Premium del grupo”. Y es que este criterio aspiracional es un gran problema para una marca que está viendo que ni sus fieles clientes pueden hacerse con sus modelos. Esperemos que se den cuenta de su error y que no sea demasiado tarde o si no, veremos nuevas medidas que afectarán a más empleados y seguramente en su catálogo.
Alejandro Delgado
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