Malas noticias nos llegan desde Japón, especialmente para los más nostálgicos. La Honda VFR 800 F dejará de fabricarse en noviembre de este año, y con ella se pondrá el broche final a más de 36 años de historia que comenzaron con la primera Honda VFR 750 F RC24 en 1986.
Pero como dice el refrán, renovarse o morir. Corren tiempos difíciles para la industria motociclística. Hoy en día la competencia es feroz y aplicar sinergias, reducción de costes y economías de escala es imperativo en el panorama actual. La propia marca del ala dorada ya conoce muy bien esto y lo hemos podido ver en varias gamas de producto como las 500 o las 750 reaprovechando motor y en ocasiones hasta el bastidor para producir diferentes modelos desde la misma base.
Y todo esto no casa muy bien con la filosofía de moto especial, moto “halo” que tenía la Honda VFR 800 F. El varapalo es doble porque, por un lado, el tiempo de las sport turismo ya pasó hace años y hoy en día lo que manda son las trails.
A esto se le suma que la Honda VFR 800 F siempre ha sido una moto “especial” y cara de fabricar, principalmente por su motor V4 que tiene todos los sobrecostes asociados a las mecánicas tetracilíndricas, sumados a todos los costes asociados a las mecánicas en V. Es complejo, tiene muchas piezas y requiere bastante trabajo tanto construirlo como mantenerlo.
Hoy en día el mercado está virando hacia opciones más sencillas, baratas y polivalentes, principalmente los dos en línea. Prueba de ello son los últimos lanzamientos japoneses como la Honda CRF 1000 L Africa Twin, que ya no emplea una mecánica en V como su predecesora, o la nueva Honda NT 1100, la sucesora de la mítica Honda NTV 700 Deauville, que también tenía motor en V, curiosamente.
Estas nuevas mecánicas, sin destacar especialmente en nada, tocan casi todos los palos y lo mismo te sirven para una trail, que para una custom, que para una touring que para una naked. Son sencillas, consumen poco y tienen una potencia muy aprovechable, con una buena ración de bajos.
Y es que lo pensamos fríamente… he de reconocer que nunca he tenido el placer de conducir un V4 de Honda. Seguro que algo “tiene que tener” porque los que lo han hecho solo tienen buenas palabras sobre el. Pero atendiendo a los números, son motores que salvo la suavidad de marcha excepcional o el sonido característico de su especial arquitectura no aportaban nada nuevo.
En su última iteración, la Honda VFR 800 F aportaba 108 CV de potencia, es decir, cifras levemente inferiores a las que podía aportarnos una Kawasaki Z 800 con una mecánica mucho más “mundana”. Pero es que los consumos, a tenor de los datos en Spritmonitor.com tampoco eran especialmente brillantes. Tampoco contaba con los bajos de un buen bicilíndrico de gran cilindrada. Eran motores que con las cifras delante no les veías nada “especial” más allá de su peculiar arquitectura y su sobrecoste técnico.
La Honda VFR 800 F ya se despidió de nuestro país hace un par de años con la llegada de la Euro 5. A los japoneses no les salían los números para actualizar una mecánica de nicho con ventas minoritarias como era el V4 de 800 cc. A su hermano mayor, el V4 de 1200 cc le llegó el turno incluso antes.
El problema es que en su japón natal va a pasar justo lo mismo ahora. La normativa japonesa ya no permite homologar motos que contaminen tanto como la Honda VFR 800 F. De momento han dado una moratoria para los modelos que ya estaban comercializándose en el momento de aplicar la norma, pero esta acabará en breve, y es por eso que la cadena de montaje se detendrá definitivamente en noviembre de 2022.
Hay quien especula con que este será el final definitivo de la mítica mecánica de Honda, y la que hace unos años fue su valuarte tecnológico y su escaparate ante el mercado. Qué curioso, cómo pasa el tiempo y como va evolucionando todo, a veces a peor. En el mundo de las cuatro ruedas llevamos años viéndolo con motores cada vez más raquíticos y con menor número de cilindros.
Otros dicen que Honda volverá en unos años con un nuevo flag ship, un producto prémium, de halo y que pueda emplear una mecánica así, gracias a su alto precio de tarifa que la gente estaría dispuesta a pagar, al ser un producto especial. Personalmente, tal y como nos viene el panorama futuro, con todos los ojos puestos en la electrificación… no lo creo, pero ojalá me equivoque.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS