Marruecos en moto por “libre”

Marruecos en moto por “libre”

Tu primera aventura sobre dos ruedas puede empezar aquí


Tiempo de lectura: 11 min.

Esta entrada, Marruecos en moto, es para todos aquellos que soñáis con vivir una auténtica aventura, pero que por diferentes causas nunca os habéis lanzado a por ello. Si, al igual que yo, os quedáis embobados viendo la tele cuando sale algún aventurero recorriendo países exóticos en moto, o seguís canales de Youtube de personas que se dedican a esta afición, como Miquel Silvestre, entonces es que ya os ha picado el gusanillo.

El tema es similar a muchos otros aspectos en la vida: “¡Ay!, si yo pudiera…”, “ojalá fuera como ese tío”, “Qué pena no poder haber hecho eso en mi vida”, son frases que os sonarán a casi todos. Pues bien, la mejor manera de hacer un sueño realidad es perseguirlo y tomárselo en serio. A fin de cuentas, la única diferencia entre nosotros y ese tío al que admiramos es que él se atrevió a hacerlo.

Viajar en moto es como todo en la vida, requiere práctica y aprendizaje para ir puliendo tus habilidades. Si ya tienes una cierta experiencia sobre dos ruedas y has realizado viajes de algunos cientos de kilómetros, entonces ya puedes plantearte dar el siguiente paso. ¿Y cuál es ese? Pues yo personalmente os voy a recomendar Marruecos como destino de nuestra primera aventura “seria”.

Viajar en una moto de 125

Escalada al Tizi n’Tichka con una Yamaha YBR 125 y una Honda Innova 125

Los que vivimos en España tenemos una ventaja geográfica inmejorable. África, un continente salvaje, lejano, desconocido y totalmente distinto a la burbuja occidental en la que vivimos, está a tan solo 16 kilómetros de distancia, un espacio que puedes atravesar montado en un ferry en hora y media por menos de 100 euros. Tipos de viajeros hay muchos, y no a todos tiene por qué gustarnos lo mismo ni tener las mismas preferencias. Lo bueno del país vecino es que es multifacético y puede ofrecernos travesías muy distintas por su vasta geografía.

Marruecos es una región de contrastes. La cordillera del Atlas divide el país en dos. La parte norte es muy verde y está llena de prados y bosques, mientras que al sur de las montañas nos encontramos la parte árida y desértica. Al sur está el comiénzo del Sáhara y muchos son los aventureros que van en busca de las dunas de Merzouga; mientras que al este, bordeando con Argelia, se encuentra el plato de Rekkam, antaño etapa obligada del Rally París-Dakar. Es por esto que muchos amantes de los raids y la conducción offroad frecuentan estas localizaciones para ponerse a prueba a sí mismos y también a sus monturas en este tipo de entornos tan hostiles, pero también tan maravillosos.

De todas formas, si lo tuyo no es mancharte de barro ni te gusta especialmente el offroad, no pasa nada. Marruecos tiene aventura de sobra como para parar un tren sin necesidad de salirte del asfalto. Piensa que puedes viajar a un país extranjero, ¡a un continente distinto! Manejarte con una cultura totalmente diferente y batirte el cobre con el tráfico más loco ya es suficiente aventura, y si quieres redoblar la apuesta siempre puedes intentar meterte por las laberínticas medinas de Marruecos con tu moto, una experiencia verdaderamente desafiante a la par que demencial, solo apta para los moteros más intrépidos.

Viajar en una moto de 125

Honda CBF 250 en algún lugar entre Rabat y Marrakech

Pensar cómo allí la gente circula con sus pequeñas motos de baja cilindrada por bulliciosas calles, que en ocasiones no superan el metro de anchura, y todo ello en sintonía con una marabunta de peatones y de vehículos de tracción animal… es como una especie de organización caótica.

Mención aparte merece toda la red de carreteras del país vecino. Si descartáis las pocas autovías que recorren la geografía marroquí, que son de pago y con un ambiente muy similar a las europeas, entonces entraréis en un universo nuevo.

Para circular por Marruecos en moto hay que estar atento y con los cinco sentidos puestos en la carretera. El tráfico es salvaje y las normas de circulación muchas veces se respetan de una forma digamos más… laxa. Eso, por no hablar de los vehículos que poco tienen que ver con los que estamos acostumbrados a encontrarnos en nuestro día a día por España. Allí cada camión, cada motocicleta, cada vehículo con el que te cruzas es todo un acontecimiento.

Marruecos En Moto 17

Aparte de eso, los trazados son más peligrosos, están más bacheados y en muchos casos mal señalizados. Incluso algunas veces vas por una carretera nacional que poco a poco va perdiendo el asfalto hasta convertirse por completo en una pista de tierra, en ocasiones solo apta para motos “endureras”. Es por eso que para la navegación es mejor ir con los deberes hechos de casa y saber de antemano por dónde vas a pasar, aunque muchas veces no sabrás realmente a qué te enfrentas hasta que no estés allí metido en harina, o lleno de barro hasta el cuello.

En cuanto al idioma, es relativamente sencillo encontrar gente que habla español, especialmente en las zonas más turisticas y en la región del Rif. Sin embargo, el idioma más extendido, aparte del árabe -claro-, es el francés. La lengua gala es cooficial en el estado y resulta de gran utilidad para comunicarte, especialmente entre la gente culta. Por último, el inglés esta relegado a un segundo plano y, al igual que nuestra lengua, lo puedes utilizar con frecuencia, pero sobre todo en las zonas más turísticas.

No obstante, mi recomendación es que no le tengas mucho miedo a la barrera de la lengua. Siempre te puedes comunicar en el idioma universal, el del amor el de la mímica y la gesticulación. Indicar el producto que quieras comprar y después decir “combien” (cuánto en francés) sirve para casi todo, ya que vendrá seguido de una cifra escrita en un papel o en la tierra de la cuneta con un palo, indicándonos el precio de lo que te dispones a comprar. Y siempre queda el regateo en algunos sitios.

Marruecos En Moto 39

Aunque Marruecos pertenezca a África, es uno de esos países en los que con dinero en el bolso tienes la papeleta resuelta. Por un puñado de dirhams tienes a tu alcance prácticamente todo lo que necesites: gasolina para la moto, talleres, comida, hoteles… vamos, que no es difícil gastarlo en aquello que te apetezca.

Para el tema del dinero, a mí lo que mejor me ha funcionado es llevar en efectivo la cantidad que pienso gastarme durante el viaje e ir cambiando en bancos o agencias de cambio. Marruecos está lleno de sucursales bancarias. Das la vuelta a la esquina de una calle y aparecen un montón de ellas.

El cambio de la moneda local al euro es 10,8 dirham a un euro, a fecha actual. En muchos comercios, especialmente en zonas turísticas, también os darán la posibilidad de pagar en euros, pero entonces se aplica el cambio 10 a 1 que no es tan beneficioso para nosotros, por lo que recomiendo tener siempre un buen remanente de dirhams en la cartera.

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Honda Wave 110i “enduro edition” tras atravesar campo através el plato de Rekkam

Las tarjetas de crédito no están muy extendidas en los comercios y establecimientos, por lo que yo no pondría muchas esperanzas en ellas. Para lo que sí os sirven es para sacar efectivo de los cajeros automáticos locales, aunque con una fuerte comisión, por lo que solo las utilizaría para este fin como medida de emergencia.

Hago un inciso para comentar que la telefonía móvil funciona espectacularmente bien y que tiene unos precios muy razonables. Por 5 euros puedes tener una tarjeta SIM con un carro de gigas contratados que te ayudarán en tu aventura, ya que este pequeño aparato tiene infinitos usos: traductor de bolsillo, GPS con una completísima cartografía del país, como geolocalizador para que te tengan “controlado” en todo momento desde casa, y por supuesto como buscador de todos los servicios e información que necesites sobre Marruecos.

Hablando de dinero, los precios en el país vecino son muy asequibles. La gasolina suele estar entre 15 y 30 céntimos por litro más barata que en España, mientras que el resto de servicios que puedes requerir en tu viaje como alimentación y alojamiento también tienen precios bastante más bajos que en nuestro país.

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Las dunas de Merzouga, el resort del aventurero

No obstante, hay mucha variación y en las zonas más turísticas es sencillo encontrarse precios europeos. Sin embargo, si aprovechas la libertad que te brinda tu moto y te adentras en el Marruecos profundo y rural, puedes llegar a encontrar tarifas de risa como comer en un restaurante por 2 o 3 euros o alojamiento para una noche por 5.

Y ya no es solo por el precio. Está claro que las grandes ciudades como Marrakech, Fez o Tánger son los grandes refugios de la cultura y la idiosincrasia marroquí, pero si os salís del circuito turístico y os adentráis en lo desconocido, entonces descubriréis el Marruecos más auténtico e inexplorado, una experiencia que tanto para bien como para mal os llegará hasta el fondo de las retinas y del corazón.

Otro consejo que os doy si queréis conocer este país es que no lo dejéis para dentro de unos años. Debéis de ser rápidos. Marruecos es una economía en auge y está en un momento de cambio radical. Cada vez hay más riqueza y se va contaminando de la influencia occidental, por lo que de alguna forma su esencia se está echando a perder y cada vez es más complicado sorprenderse. El choque cultural, bestial hace unas décadas, cada vez lo va siendo menos fruto de la globalización.

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No pretendo en esta entrada hacer un compendio de toda la información que necesitas para viajar al país vecino. Este solo es un punto de partida. Intento meter el gusanillo dentro de ti y que te pique la curiosidad. El resto de la investigación tienes que continuarla tú, pero como siempre, Internet es tu amigo.

La red de redes está llena de vídeos, de artículos, de blogs y de 100 formatos de contenido diferentes que en esencia vienen a contarte cómo puede ser una travesía por el país vecino. De todas formas, si tienes alguna duda concreta siempre puedes preguntar en la sección de comentarios y, si está en mi mano, intentaré responderte como mejor sepa.

Marruecos En Moto 66 La concepción de lo que está bien y lo que está mal en Marruecos no dejará de sorprendernos durante toda nuestra estancia

Personalmente, ya he “bajado” tres veces a Marruecos en moto y, como siempre, con la práctica vas mejorando tus habilidades a la hora de viajar a lugares distintos. Si es la primera vez que haces algo así, seguramente salen algunas cosas mal, pero no te desanimes. Sé flexible, intenta aprender de tus errores y adaptarte a los imprevistos que no tuviste en cuenta, y por supuesto trata mejorar con todo ello.

Si te atreves, te llevarás para el resto de tu vida el recuerdo de una bonita aventura, un sueño cumplido, y esa recompensa para mí no tiene precio. Lo mejor es que si nunca te habías atrevido a hacer algo así y te enamora, te llega al corazón, y te hace sentir más vivo que nunca; entonces lo mismo estás de suerte, porque puede que este sea el primer paso en un camino repleto de futuras aventuras y sueños por cumplir. Una vez que pierdes el miedo, ya no hay vuelta atrás.

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Sobre mí

Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

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COMENTARIOS

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Una pregunta, me encantaría realizar un viaje asi… Desde mi ignorancia… Sería viable hacerlo en una moto tipo custom? Más concretamente una vulcan s de Kawasaki.

Un saludo y gracias por compartir tu experiencia.

Pablo Mayo
Editor

Fantástico relato, Gonzalo. Yo creo que cualquiera tiene ganas de un viaje así pero el “a ver cuando tengo tiempo” nos mata. Mi enhorabuena por atreverte y vivir esas gratas experiencias.


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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