Vuelve la Fantic Caballero, reinterpretada en dos modalidades, Caballero Scrambler y Caballero Flat Track. Estas motos recuperan el espíritu y el nombre de las Fantic Caballero de los años 70, que vuelven para deleitar a los motoristas con carné A1/B con la 125, y los del A2 con las 250 y 500. Los diseñadores de la firma de Treviso, afincados en Venecia, han modernizado el concepto.
Las dos personalidades de la Fantic Caballero se adaptan al asfalto o a la tierra. La Flat Track homenajea a las carreras en óvalos de motos, tan populares ahora en Estados Unidos. La Scrambler, por su parte, se distingue por sus ruedas de tacos, el dorsal lateral amarillo y el depósito en color rojo de 15 litros; se inspira en las motos de Regolarità de tiempos pasados, cuando Fantic tenía éxitos en competición.
Los motores son SOHC 4v refrigerados por agua, de un cilindro, con eje de equilibrado y cambio de seis velocidades
La Fantic Caballero se ha diseñado como una “500”, las versiones de inferior potencia son para atraer a motoristas menos expertos o con menor poder adquisitivo. Ojo, en sus categorías no son precisamente lentas, la 125 rinde 15 CV (el tope legal) y la 250 28 CV, ambos motores son de origen Minarelli. El tope de gama tiene un motor Zongshen de 450 cc que rinde 43 CV.
En común tienen un chasis con cuna doble de acero al cromo molibdeno con espina central. El manillar de tipo cónico, es de aluminio y se ha prolongado a semejanza de motos offroad. Toda la instrumentación se agrupa en indicadores digitales, un guiño a la modernidad, lo mismo que la óptica delantera de LED.
A nivel de suspensión confían en una horquilla invertida y un amortiguador trasero con bieletas, con basculante de aluminio. Los frenos con pizas de anclaje radial firmados por Brembo están controlados por una centralita ABS. En cuanto al escape, es un Arrow de doble salida vertical y biselada en los dos modelos.
Los precios para España arrancan en los 5.199 euros para la Caballero 125, versión que ya se puede encargar.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.Bueno, moto china y fabricada en China no viene a ser lo mismo. En este segmento de precios viene a ser lo normal, la producción de motos no se puede automatizar tanto como la de coches y el precio de la mano de obra es un factor fundamental en el precio. Hasta las BMW básicas se producen en Asia, mientras no se vaya atrás en calidad -no creo que sea el caso- el cliente se beneficia, no así la industria europea de motos.
Cada uno con sus prioridades y con su poder adquisitivo…