La historia de la moto de hoy es muy extensa, pues su andadura comienza en 1966, cuando Francisco Bultó decidió diseñar una moto todoterreno. Por aquel entonces en nuestro país había tantos kilómetros de carretera como de caminos sin asfaltar, así que indudablemente este tipo de motos eran muy útiles a cualquier persona que viviese fuera de una gran ciudad. Así nacía una superventas, la Bultaco Lobito.
Solo su nombre ya evoca la montaña, su hábitat natural. En sus inicios era una moto de trail estilo japonés, pensada para las personas que viven fuera de la ciudad y la necesitan a diario, o como moto de domingo, para esas economías más desahogadas que pasaban los fines de semana en la sierra.
En el salón de Barcelona de 1969 su concepto cambió, enfocándose más en el trial. A partir de entonces se comercializaba con diferentes cilindradas hasta que en 1973 volvieron a cambiar el concepto hacia una moto más enfocada al enduro -MK7-, con toques de trial, vamos una todoterreno que se podía meter en cualquier terreno. En esta ocasión se ofreció con tres cilindradas: 75 (mod. 126), 125 (mod. 127) y 175 cm3 (mod. 128). La saga terminó con la siguiente serie, la MK8, pero nosotros analizaremos la de MK7 de 125.
La Bultaco Lobito serie séptima nació en 1973 y terminó en 1974. Por aquel entonces las series tenían una vida corta, y cualquier mínimo cambio las convertía en otra serie. Su motor era un monocilíndrico de 124,98 cm3, con carburador Amal de 25 mm que ofrecía 11,2 CV a 7.000 rpm y era más elástico que las series anteriores, que tenían un pico de potencia y las convertía en menos utilizables a bajas vueltas. Su potencia la transmitía por cadena a la rueda trasera mediante un cambio de cinco marchas.
En cuanto a suspensión disponía lo normal en una moto de estas características: doble horquilla delantera con un recorrido generoso, y doble conjunto muelle-amortiguador trasero, con un asiento plano al más puro estilo café racer. Sus neumáticos eran de tacos, preparados para el campo, con una medida de 3×19 pulgadas el delantero y 3,5×18 pulgadas el trasero.
Sus frenos eran de tambor en ambos ejes, de medida 125×25 mm el delantero y 140×40 mm el trasero, suficientes para detener sus 88,5 kg de peso. Si tenéis curiosidad, os dejo un enlace a su manual de servicio. La Bultaco Lobito fue una de las motos de más éxito del fabricante español, gracias a su versatilidad y robustez. Hoy en día se puede encontrar algún ejemplar en no muy mal estado por un módico precio.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS