Bultaco Motors, resurgida el 17 de mayo de 2014 (el mismo día del aniversario de su fundación), no atraviesa su mejor momento. Ya desde hacía algunos meses las deudas se habían acumulado y la producción tuvo que ser detenida por falta de liquidez. Ahora anuncia que oficialmente han tenido que entrar en concurso de acreedores tras acumular una deuda de 11 millones de euros y no haber conseguido encontrar un nuevo inversor para la marca.

Bultaco volvió a las portadas con el mismo espíritu con el que nació: ofrecer vehículos divertidos, aunque en este caso el negoció se redirigió hacía las bicicletas eléctricas o, mejor dicho, fun bikes que permitían circular por cualquier terreno por complicado que fuese gracias a su motor eléctrico y, también, posibilidad de pedaleo. Su plan de negocio era muy ambicioso, con unas ventas previstas de 11.000 unidades y presencia en más de una veintena de países.

En 2015 lanzaba su primer modelo, la Bultaco Brinco. Se trataba de una moto bike eléctrica muy radical pero con un gran problema: no estaba homologada para usar por carretera ya que carecía de luces, intermitentes, retrovisores… imprescindible para ser considerado ciclomotor. Al mismo tiempo, superaba en prestaciones la normativa que regula las e-bikes. Esto hizo que su uso sólo fuese permitido en circuitos o fincas particulares, con lo que su clientela se reducía enormemente.

Ya el año pasado, Bultaco lanzó la Albero. Se trataba de un ciclomotor eléctrico homologado con una velocidad máxima de 45 km/h y ahora sí, con matrícula. De esta forma intentaban paliar los problemas de la Brinco, pero aun así no ha tenido el éxito esperado. De las 11.000 unidades previstas de todos sus modelos y versiones, sólo consiguieron vender 1.250 unidades.

Debido a ello, la deuda se ha ido incrementando. Ya hace unos meses, tuvieron que renegociar con los bancos para poder alargar los plazos de devolución hasta 2022. La falta de liquidez obligó a presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para la plantilla, integrada por casi una cuarentena de trabajadores. Con la producción detenida, los 700 pedidos pendientes no se han podido completar por lo que tampoco se ha podido recuperar parte de la inversión llegando actualmente a los 11 millones de euros en el debe.

Bultaco se encuentra en manos tanto de inversores privados (un 60 %) como del fondo de inversión Black Toro Capital (el 40 % restante). Este grupo inversor intentó hacerse con la totalidad del accionariado, pero los inversores no lo permitieron, al mismo tiempo que se han negado a poner más dinero sobre la mesa para hacer frente a las deudas. Ahora, la única vía posible para Bultaco es encontrar un inversor que pueda inyectar capital para salir adelante.

De no encontrarlo, sería una pena ver como Bultaco por tercera vez tiene que desaparecer. El 17 de mayo de 1958 se fundaba Bultaco de la mano de Francisco Xavier Bultó Marqués, más conocido como Paco Bultó, y quien había decidido irse de Montesa debido a que esta no quería seguir invirtiendo dinero en competición, lo que para Don Paco era inconcebible. La marca desaparecía en 1983 cuando fue comprada precisamente por Montesa Honda tras una gran crisis industrial (haciéndose también con los derechos de OSSA).

En 1999, Montesa permitió la cesión de forma gratuita de la marca Bultaco. De esta forma Derbi lanzaba la Bultaco Lobito, un ciclomotor offroad al mismo tiempo que se revivía el mítico logotipo del pulgar para ropa deportiva y accesorios. Fue la segunda vez que pudimos ver esta marca en las carreteras. Ahora, podríamos estar ante la tercera y última vez.