En cinco veces la marca Gas Gas ha llegado a lo más alto del Campeonato del Mundo de Trial. Las tres primeras desde 1993 a 1995 con el dominio consecutivo de Jordi Tarrés, y las dos últimas en 2005 y 2006 con Adam Raga a los mandos. No obstante, ya que todo camino hacia la victoria está pavimentado con multitud de hitos y pequeños logros debemos señalar la imposibilidad de entender aquellos títulos sin mencionar la aparición en 1985 de la Gas Gas Halley 325. Ligera y muy manejable, ésta le dio a la empresa su primera victoria en una prueba del Campeonato del Mundo de Trial. Concretamente en 1987.
Un hecho que abrió la puerta a otras, siendo además muy tempranera en la historia de Gas Gas. Y es que, al fin y al cabo, ésta se había fundado tan sólo dos años antes. Nacida tras la desaparición de Bultaco, esta empresa nacida en Cataluña – actualmente con sede en Zaragoza y KTM como propietaria – apostó por ser un referente internacional en motos de trial. Y lo consiguió. Gracias a la innovación y la calidad puestas en sus productos desde el momento de inicio lograron construir rápidamente su posición en el mercado.
No obstante, a nadie se le escapa la importancia que un buen piloto tiene no sólo para ganar carreras sino también para desarrollar modelos. Así las cosas, el nombre del malogrado Santiago Herrero es indisociable de Ossa en la misma manera que el de Gabino Renales lo es del de la Gas Gas Halley 325. Puesta a punto por él tras la cuidada fase de diseño en la que el motor fue ultimado por Paxau – muy reconocido en el trial de aquella época – , Renales llegó al equipo oficial de Gas Gas con el ansia de lograr los resultados que se le habían escapado en equipos anteriores. Y a eso se encaminó directo gracias a la ligereza que encontró en su montura. Tan sólo 84 kilos.
Tras la desaparición de Bultaco, Gas Gas se fundó en 1985 gracias a los buenos contactos de sus fundadores a la hora de hacerse con todo tipo de piezas. Además, escogieron a un buen responsable de motores y a un eficiente piloto para ultimar su primera gran creación enfocada al Campeonato del Mundo de Trial
Gas Gas Halley 325, una de las más ligeras del mundo
Cuestiones como el reparto de pesos y la ligereza de un chasis resultan determinantes para cualquier vehículo. Sin embargo, en el caso del trial son aún más cruciales ya que estamos ante una especialidad donde el equilibro y los saltos son parte esencial. Por ello, en la Gas Gas Halley 325 se cuidó todo lo posible el peso, consiguiendo ser una de las motocicletas de trial más ligeras de la época. De hecho, algunas fuentes la señalan como la más liviana de entre todas las inscritas al Mundial de 1987.
Hecho conseguido gracias al uso de materiales como el aluminio pero también el magnesio, del cual se compone el cárter. Respecto al chasis, este recibió multitud de retoques hasta encontrar la geometría más adecuada, acoplándose un único amortiguador trasero Corte Cosso colocado en un angulo de 30º respecto a la horizontal.
De todos modos, más allá de la estudiada posición del piloto estudiada por Gabino Renales – las unidades de serie fueron justo con los mismos ajustes que la del campeón – lo más interesante de la Gas Gas Halley 325 está en su motor. Diseñado en específico para ella, se trata de un monocilíndrico de 327 centímetros cúbicos con carrera corta alimentado por un carburador Dell’Orto. Con un funcionamiento suave al igual que el resto de la moto, este ingenio fue clave para dotar a las Gas Gas de sus habilidades.
Su ligereza y manejabilidad convirtió a esta montura en uno de los modelos de trial más deseados de la época, dando en 1987 la primera victoria en el mundial a Gas Gas
En general, el acabado de este modelo fue de lo más estrecho y manejable, dando una gran libertad de movimientos a quien la gobernase gracias también al diseño del manillar. Llegados a este punto, hay que reconocer a la Gas Gas Halley 325 ser la responsable de asentar adecuadamente la andadura de aquella nueva empresa, enfilándola hacia los campeonatos de España y el mundo no sólo con un buen diseño, sino también con la capacidad de haber creado alrededor de ella un excelente equipo cuya cara visible fue Gabino Renales.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS