Por una razón u otra, no pocos aficionados al motociclismo se sienten también atraídos por las miniaturas. Una forma de hacer el garaje soñado a escala, atrapando el recuerdo de las motocicletas más deseadas a través de recreaciones estáticas. No obstante, ¿quién no ha fantaseado con pequeñas réplicas capaces de ser útiles y autopropulsadas? Algo que, en verdad, no podríamos usar debido a la estatura adulta, aunque con la de un niño no habría problema. De esta manera, resulta imposible no caer rendido ante los encantos de las motos pensadas para los más pequeños. Especialmente cuando son clásicas como la Bultaco Tirón de 1971. Ni más ni menos que una Sherpa T a escala infantil.
Y es que, por curioso que parezca, la Bultaco Tirón comparte el conjunto depósito-sillín con la mítica montura de Trial a pesar de estar planteada para un público de estatura reducida. Una verdadera curiosidad con la que empezamos a comprender a esta montura pensada para iniciar en el Trial a los más pequeños de la casa, dando testimonio de hasta qué punto de popularidad estaba llegando la práctica de este deporte en determinados círculos sociales. Pero vayamos por el comienzo. Así las cosas, lo mejor será trasladarse hasta 1966. Año de lanzamiento de la Bultaco Lobito.
Preparada para un público perteneciente a la horquilla de los dieciséis a los dieciocho años, esta montura con 99 centímetros cúbicos gozaba de una imagen deportiva y versátil. De hecho, su comportamiento nervioso no estaba reñido con el uso urbano, aunque al mismo tiempo era perfecta para que los adolescentes se iniciaran en la práctica del motociclismo campero. Un excelente prólogo tanto para aquellos que desearan derivar al Trial como para aquellos que buscasen la velocidad del Motocross. No obstante, teniendo en cuenta lo popular que se estaba volviendo el Trial en Cataluña, a Bultaco le faltaba una opción enfocada no a los adolescentes, sino a los niños y preadolescentes de entre diez y catorce años.
Dada la popularización del Trial, no sólo los adolescentes con permiso A1 se convirtieron en un mercado potencial, sino también los niños de los aficionados adultos a esta especialidad
Bultaco Tirón, la Bultaco para los más pequeños de la casa
Al igual que pueda pasar en familias altamente ciclistas o futboleras, la pasión por el motociclismo se vive desde la más tierna infancia en no pocas familias de aficionados. Llegados a este punto, una de ellas era la de Xavier Bultó. Fundador de Bultaco, quien para finales de los años sesenta ya contaba con una prole a la que le habían salido los dientes viendo todo tipo de máquinas rodando alrededor. Es más, de cara a diseñar los modelos enfocados al público más joven, el propio Xavier Bultó asignaba a sus hijos el papel de improvisados probadores.
De esta manera, en 1971 se presentó la Bultaco Tirón bajo el afán de ser la opción con la que los más pequeños se iniciaran en el tan de moda Trial. Como motor, ésta incorporaba un monocilíndrico de dos tiempos con 10 CV a 8.000 revoluciones por minuto tomado de las primeras series de la Lobito. Respecto al chasis de tamaño reducido, éste ayudaba a dejar el peso en 67 kilos. La verdad, bastante para una máquina infantil. Más aún si tenemos en cuenta cómo el Trial era la práctica a la que se enfocaba.
Y bueno, aquí empezaron los problemas. No en vano, al peso excesivo la Bultaco Tirón sumaba el no poder montar neumáticos con tacos. Algo que luego se corrigió. Aunque en el momento de su lanzamiento ningún fabricante de cubiertas ofrecía más que gomas lisas para el diámetro de sus llantas. De esta manera, los pequeños usuarios de esta montura se las veían aprendido la técnica del Trial manejando una máquina pesada y tendente a no agarrarse bien. En suma, todo un reto tanto físico como técnico.
Hasta que existieron neumáticos con tacos de tamaño reducido disponibles en el mercado, esta montura se agarraba más bien poco al portar cubiertas lisas
Así las cosas, la mala situación comercial de la Bultaco Tirón se agravó por la existencia de la Montesa Cota 25. Estrenada en aquel mismo 1971, esta alternativa pesaba tan sólo 35 kilos. Y sí, aunque su motor rendía sólo 1,5 CV estos eran más que suficientes para una moto de Trial infantil. De hecho, en 1974 Bultaco lanzó la Chispa a imagen y semejanza de su competidora de cara a sustituir a la Tirón. No obstante, el mítico Antonio Zanini se dejaba ver bastante con sobre una de estas pequeñas Bultaco, usándola para el reconocimiento de los tramos. Sin duda tenía que ser todo un impacto saltar de esta moto para niños a los mandos de un Lancia Stratos. En fin, caprichos propios de un genio al volante.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS