En la década de los 90, BMW Motorrad tenía una particular forma de ver la moto. Todos sus modelos tenían una marcadísima personalidad que parece haber desaparecido actualmente, tanto por diseño como por ergonomía, junto con su motor boxer o los multiválvulas de la serie K. Sin embargo, nunca tuvo una moto deportiva propiamente dicha, o al menos, una “sport”, que bien podría ser lo mismo pero da la casualidad que, aunque sea la misma palabra en distintos idiomas –sport se puede traducir como deporte en español, deportivo podría ser sporting–, en el mundillo de las motos no identifican al mismo tipo de motocicleta.
Una Sport que apareció en 1998 con el peculiar y superpersonal estilo de BMW Motorrad de los aquellos años. Una moto grande, con el asiento muy alto, pero con un diseño que resultó ser todo un acierto, porque el modelo tuvo bastante éxito en el mercado y es fácil encontrar unidades por las calles. Hablamos de la BMW R 1100 S, el modelo más deportivo de BMW en aquellos años, y un modelo que rompía con lo que se entendía de una BMW hasta el momento. Incluso tuvo una copa monomarca: la BMW Boxer Cup, que se creó básicamente para aumentar todavía más la imagen deportiva del modelo.
En realidad, la BMW R 1100 S era una sport turismo, una moto con aspiraciones deportivas y un buen comportamiento, pero que no era todo lo radical que podía ser una motocicleta deportiva. Faltaban muchos años para que BMW Motorrad diera un golpe sobre la mesa con el lanzamiento de la brutal BMW S 1000 RR, con la que demostró que, simplemente, no habían hecho nada similar porque no querían.
Todo en al R 1100 S era “muy BMW”. El chasis era una estructura realizada con tubo de acero y algunas partes fabricadas con aluminio fundido, que usaba al motor como elemento portante. Sobre este chasis, se montaba una carrocería que dejaba el motor al descubierto y se fabricaba casi de una pieza. mientras que las suspensiones recurrían a elementos únicos en la marca alemana, como era el sistema Telelever delantero y el Paralever trasero. Los frenos eran Brembo.
Por diseño, era un moto agradable, que llamaba mucho la atención por sus silenciadores colcoados bajo el clarín, al más puro estilo Ducati 916 y que le otorgaban una imagen muy interesante. No obstante, los escollos venía del motor. Estaba animada por el tradicional dos cilindros boxer de la marca, que en este caso llegaba a 1.085 centímetros cúbicos, que provocaba problemas de altura con respecto al suelo, principalmente en curvas. Los cilindros, que sobresalían mucho por ambos lados, limitaban la inclinación en curva; era muy sencillo rozar la cabeza de los cilindros –había protectores para montar en los cilindros–.
El peso era de 208 kilos con combustible, y la potencia del boxer era de 96 CV a 7.500 revoluciones y el par llegaba a los 120 Nm a 5.750 revoluciones. Era la versión más potente del boxer de BMW Motorrad y una de las motos más potentes de la marca. En 1997 se presentó la BMW K 1200 RS, que se colocó como la moto más potente en aquellos momentos, con su cuatro cilindros en línea de 1.200 centímetros cúbicos y 130 CV.
La producción de la BMW R 1100 S se alargó hasta el año 2005 y la reemplazo la BMW R 1200 S, cuyo diseño era más deportivo, aunque mantenía su esencia BMW Motorrad.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS