En 1997 a muchos motores se le rompieron los esquemas tras el lanzamiento de la que, posiblemente, sea una de las motocicletas más bellas de la historia: la MV Agusta F4. Una creación del señor Tamburini, la cual, fue considerada por un gran número de personas, incluidos algunos expertos en esto de los vehículos de dos ruedas, como el reemplazo de la mítica saga Ducati 916/998.
MV Agusta estuvo fuera de juego durante varias décadas, tras serios problemas económicos en la década de los 80, pero los Castiglioni, que son como los Agnelli, pero en el mundo de las ruedas, se hicieron con los derechos de la compañía en 1991 y comenzaron un proceso de reestructuración del Grupo Cagiva, que en esos momentos incluía Ducati, Moto Morini, Husqvarna y, obviamente, la propia Cagiva, un grupo de empresas que vieron como la recién llegada se colocaba en lo más alto, como la firma premium.
Cuando se presentó la MV Agusta F4 750, se hizo en versión limitada denominada “Serie Oro”, una joya sobre ruedas que presumía de cosas como un basculante o unas llantas fabricadas con elación de magnesio, pero que dejó a todo el mundo sin palabras por su diseño. Tamburini dejó volar su imaginación y como Pininfarina en el mundo de las cuatro ruedas, creó una carrocería de líneas fluidas, sumamente equilibradas y sorprendentemente simples. Se llegó a decir que la F5 750 podría haber sido la Ducati 999, una moto que recibió toda clase de críticas.
Una carrocería que en aquella Serie Oro, se fabricaba con fibra de carbono, es más, incluso la cubierta del depósito de combustible y la caja del filtro se fabricaba con fibra de carbono. No se quedaba atrás la espectacular estructura de tubos que salía bajo el colín y que, con un aspecto de órgano de iglesia, resultaba ser la línea de escape, que, en una demostración de estilo, contaba con nada menos que cuatro salidas. No había nada semejante en aquel momento, y no lo hubo tampoco después.
Sin embargo, aunque especialmente bella, la MV Agusta no tuvo el mismo impacto cuando se hablaba del motor. Este era un cuatro cilindros de 750 centímetros cúbicos que tenía dificultades para igualar en prestaciones a la Suzuki GSX-R 750, tampoco era tan rápida como la Gixxer, aunque sí que era eficaz y muy, muy deportiva. Con 182 kilos, sus 126 CV era suficientes para superar por muy poco los 280 km/h y para completar el cuarto de milla desde parado en 10,5 segundos.
Todavía hoy, más de 20 años después –¡¡más de 20 años!!–, mantiene su belleza y su encanto, aunque en prestaciones se queda bastante por detrás de las más modernas Superbikes y de sus más de 200 CV. No obstante, ninguna de ellas puede iguala su diseño y su exclusividad, pues de la MV Agusta F4 Serie Oro solo se fabricaron 300 ejemplares para todo el mundo.
Las fotografías proceden de Ruote da Sogno
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS