La Honda Gold Wing siempre ha sido la moto turística de referencia desde hace mucho tiempo. Su enorme carenado, sus asientos, las maletas integradas en la carrocería, el motor boxer… la Gold Wing evolucionó durante muchos años siempre con el mismo objetivo: viajes de larga distancia.
Por eso, no vamos a negar que cuando se presentó la Honda Gold Wing F6B, llamó la atención poderosamente. Honda había convertido a su buque insignia, en una bagger de aspecto agresivo y, según la combinación de colores, incluso en una moto con cierto aire deportivo. Cambiaba la personalidad y el público objetivo de su gran tourer por uno más desenfadado y llamativo.
Según revistas como Rider Magazine, en 2012 se vendieron más motocicletas de turismo nuevas, que motos de cualquier otra categoría en Estados Unidos, con el segmento de las cruiser, siempre tan popular al otro lado del Atlántico, incluido en la ecuación. Sin embargo, la gran mayoría de esas gran tourer eran Harley –Electra Glide, Street Glide, Road Glide… todas con maletas y carenados de fábrica–.
Todos los demás se batían el cobre para quedarse con el trozo de pastel que no se comía Harley-Davidson y ahí entre la Gold Wing F6B, pues en primera instancia, iba a estar destinada exclusivamente a Estados Unidos, aunque un cambio de opinión permitió que finalmente llegará a otros mercados, como el nuestro.
Con pequeños detalles, la Gold Wing cambiaba notablemente de personalidad
La Honda Gold Wing F6B era la forma que tenía la firma nipona, de poner en circulación una tourer que llamara la atención por su diseño y que rompiera con la monotonía del segmento, y de paso, se ampliaba la oferta sin necesidad de tener que desarrollar un nuevo motor V2 para una tourer como las que dominan el mercado en Estados Unidos. Solo se tenía que modificar la Gold Wing para hacerla más interesante para determinado público.
El cambio era sutil, pero era muy acertado. Se eliminaba el baúl trasero y se bajaba la altura del asiento, al tiempo que se reducía la altura del parabrisas delantero. Una serie de cambios que aligeraban visualmente la moto una barbaridad, pero también permitían rebajar el peso en 28 kilos, aunque la tara final seguía a un nivel altísimo –ronda los 385 kilos–. También se eliminó el airbag o el navegador y la marcha atrás.
Todo el frontal se diseñó mediante dinámica computacional de fluidos, con el objetivo de reducir turbulencias y evitar que el conductor reciba una paliza por parte del aire. La dinámica computacional de fluidos –conocido por sus siglas en inglés: CFD– solo se usó en la Gold Wing F6B…
A nivel técnico era la misma moto, no cambiaba nada y conservaba, por tanto, el motor de seis cilindros boxer, 1,8 litros y 116 CV. Solo recibía un sistema de inyección de aire para reducir la oxidación de los gases no quedamos, junto a un catalizador de última generación denominado HECS3 –Honda Evolution Catalysing System 3–.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS