Moto del día: Triumph Street Triple R (2010)

Moto del día: Triumph Street Triple R (2010)

Una Naked deportiva que estaba lista para luchar contra los mejores con una dudosa fiabilidad.


Tiempo de lectura: 2 min.

Hubo un momento en el que las marcas no se lo pensaron mucho para lanzar esos modelos que unían lo mejor de dos segmentos en los que dominaban en el pasado, aunque a corto plazo esa ambición desmedida a veces se truncaba. Esto es lo que pasó desde Triumph cuando lanzaron la Street Triple R, una moto en la que trabajaron para diseñar una naked deportiva fuera de lo común y que prometía una personalidad muy marcada y unas prestaciones al nivel de las mejores.

Basada en el estilo de la Triumph Street Triple original, decidieron incorporarle el motor de la Triumph Daytona 675, todo ello con un completo acabado racing, ¿qué podía salir mal? Pues prácticamente nada. Este modelo prometía ser ágil y ligero, y aprovechaban al máximo la productividad de esas horquillas cortas y de un amortiguador largo y firme que hace que se pueda pilotar de una manera más bastante deportiva.

Con un motor de 675 cc, tres cilindros en línea y culata con 12 válvulas, esta moto conseguía que unos inquebrantables 107 CV a 11.700 rpm, lo que la situaba un paso por detrás de la Daytona 675, aunque eso no importaba. En ese sentido, la moto ofrecía la suficiente potencia para mantener entretenido a todos los usuarios y para ofrecer unas prestaciones más que buenas. Además, el tres cilindros también derrochaba una buena cifra de par sin necesidad de tener que exprimir el motor como pasa con los cuatro cilindros.

En la firma decidieron incorporar una horquilla USD de 41 mm y un amortiguador trasero de Kayaba ambos ajustables, lo que le permitía configurar la puesta a punto al gusto de cada usuario. Los frenos, firmados por Nissan, presumían de unas pinzas delanteras con anclaje radial.

Con esta moto, Triumph pretencía ofrecer un lado polivalente, pero sobre todo, un lado muy deportivo. Iba un paso más allá en este sentido, al compartir el motor y otros elementos como la Daytona 675, aunque no sea una forma de hacer cosas precisamente nueva, ya hemos visto muchos casos similares

Su punto fuerte no era otro que unas agresivas líneas y ópticas dobles, lo que hacía que fuesen motor realmente muy personales. De hecho, este apartado recibió tantos elogios como críticas cuando se presentó la Street Triple normal. Se la comparó con la Speed Triple, su hermana mayor, y se acusó a Triumph de ser poco original y querer exprimir el concepto quizá demasiado.

Pero la Street Triple R provocó que muchas de esas voces se callaran, pues las prestaciones y el comportamiento hacían olvidar, totalmente, la imagen de sus dos faros frontales, no del gusto de todo el mundo. Se la consideró la street Fighter más deportiva en aquel momento.

COMPARTE
Sobre mí

Alejandro Delgado

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado