El Piaggio X9 180 Amalfi se añadió a la gama en el 2001, un año después de que se presentara el modelo con el motor de 250 centímetros cúbicos, y después de conocer también el Piaggio X9 500, uno de los primeros maxiscooter de la firma italiana y también del segmento.

Con la puesta en escena del 180, la gama del Piaggio X9 se colocó como una de las más completas del mercado. De hecho, cuesta encontrar otro modelo con una oferta semejante. Se ofreció con motor de 125 centímetros cúbicos, con 180, con 250 y con 500 centímetros cúbicos.

El Piaggio X9 180 Amalfi, con ese extra de cubicaje frente al 125, ganaba en prestaciones bastante más de lo que parece, y permitía ampliar los horizontes del scooter más allá de las ciudades y el extrarradio. Eran 182 centímetros cúbicos exactamente, de los cuales, se lograba extraer 20 CV a 7.500 revoluciones y 1,7 mkg a 6.500 revoluciones, suficiente para, según los datos oficiales, alcanzar los 125 km/h –la instrumentación marcada, en ese momento, 130 km/h–.

Cuando se presentó en el año 2000, el Piaggio X9 puso el listo de los maxiscooter muy alto, gracias a un diseño muy atractivo, a soluciones de primer nivel y a una gama de motores muy completa

A simple vista no era sencillo reconocer y diferenciar al X9 180 Amalfi del resto de la gama, en el fondo, era el mismo modelo con otro motor, como ocurre en el segmento de los coches. La horquilla, por ejemplo, era de tipo convencional, como en toda la gama; los frenos contaban con dos discos delante, lo que solo permitía diferenciarlo del 125, que era la única versión con un solo disco delante. Estaba el logo “!80” en los laterales del carenado, justo detrás del eje delantero, pero había que estar cerca para verlo.

La revista La Moto, en su número 137 –septiembre de 2001–, decía que el X9 180 era “un megascooter seguro y con un aplomo sensacional que acaba dándote mucha confianza para desplazarte con alegría tanto en el centro como urbano como en periferias”. También decía que la aceleración era mejorable, pero, seguramente, el compromiso entre velocidad y aceleración llevó a los ingenieros a buscar un término medio.

Como toda la gama Piaggio, el X9 Amalfi era un scooter muy bien equipado y con un aspecto imponente. El cuatro de instrumentos era un espectáculo, el asiento era de los más confortables del segmento al haber sido diseñado ergonómicamente, y aunque la plataforma no era totalmente plana, había sitio para colocar los pies más que de sobra.

No obstante, no todo era bueno, porque el Piaggio X9 180 Amalfi no era barato. El precio oficial, según la misma revista antes mencionada, era de 769.000 pesetas, 4.622 euros son IPC, unos 7.600 euros con el IPC incluido.