La Mars A20 es, para muchos expertos, una de las motos que marcaron un antes y un después. Según muchos, simboliza el comienzo de una nueva era en la producción de motocicletas gracias a su diseño y a sus prestaciones.
Mars fue una empresa fundada por Paul Reissmann en 1973 en Núremberg, Alemania. Como muchas fábricas de motos, los inicios no tenían nada que ver con el mundo de las dos ruedas, sino que se dedicaba a la producción de estufas de hierro fundido, a la que siguió la fabricación de sirenas, rectificadoras y bicicletas. La producción de motocicletas comenzó en 1903 y por lo general, siempre solían destacan por acabados y soluciones empleadas en sus modelos.
El modelo más famoso es la Mars A20, más conocida como “White Mars” por su popular color blanco y que para muchos, era el único color disponible, pero al igual que ocurre con Ferrari y el color rojo, no era el único color en catálogo y se podía solicitar en rojo o en verde. Dos colores que, para los coleccionistas, tienen un elevado valor pues se hicieron muy pocas unidades en esas tonalidades.
La Mars A20 ya destacaba como una moto especial con solo verla. Llantas lenticulares –eran opcionales–, una biga diagonal que hacía las vences de centro de toda la moto, un motor boxer con el cigüeñal colocado transversalmente… Muy llamativa, y también, muy avanzada.
Esa biga diagonal era, en efecto, el chasis, que se fabricaba con chapa estampada y posteriormente soldada, que gracias a su perfil en U, escondía el depósito de combustible en su interior –con capacidad para 10 litros–. Ese chasis estaba complementado por una horquilla oscilante para el eje delantero y por un eje rígido trasero. El conductor se aislaba de los baches mediante un asiento amortiguado.
Para dar vida a la moto, el ingeniero Franzenberg diseñó un propulsor de dos cilindros opuestos, una configuración que, al parecer, era la preferida por el 40% de los usuarios de los años 20. Tenía 956 centímetros cúbicos y su potencia, curiosamente, era inusualmente baja: 7,5 CV. De la fabricación se encargaba Maybach –sí, la Maybach que luego acabó en manos de Mercedes–.
El motor no se había diseñado para ser potente y rápido, sino elástico y muy fiable, con una enorme carrera de 95 milímetros, y un diámetro de 80 milímetros. Curiosamente, las culatas no se podían desmontar, eran solidarias al cilindro y estaba refrigerado por aire.
No obstante, aquí no acababan las peculiaridades. La caja de cambios constaba de dos embragues independientes, mientras que las diferentes relaciones se seleccionaban mediante una palanca en el lado derecho de la moto. Para accionar el embrague, había que girar levemente ese mismo selector, tanto a la derecha como a la izquierda. Los embragues también servían como frenos, y de paso, asistir al freno por banda de cuero que se accionaba mediante un pedal. Entre los las piernas del conductor, colocado en el centro de la moto, una segunda palanca que accionaba los frenos.
La Mars A20, más conocida como White Mars, se hizo famosa bastante rápido, aunque como todas las motos de los años 20, no se fabricaron grandes cantidades.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS